Colombeia

da y se vaya consumiendo la yerva con sus limpias y mientras esto crece, y se logra el fruto, se agíla para la siembra de Cacáo; esto es, se corren unas cuerdas en línea recta, según el ancho y largo de la Vega, dejando de hueco de cuerda á cuerda 13 tércias de vara; y poniendo en cuadro a cada 13, una estaca, que es donde se ha de poner el árbol, y allí inmediato se van sembrando platanos para que la sombra de estos le sirva de resguardo, ó tapa sol á el tal arbolito, de manera que ni les dé todo el sol ni le deje de dar, para que se pueda levantar.

          A este mismo tiempo, en el medio de estas calles que quedaron delineadas, según va dicho, se ha de sembrar en una sí y dos no, unos árboles que nombran de Bucare, dejando dos calles libres, en proporción, que cuando éstos lleguen a crecer, porque son grandes, arriba en sus copetes, sus ramazones lleguen a darse las manos casi unos con otros, paraque de este modo quede por abajo toda la arboleda de Cacao sombreada, que le quite la mayor fuerza al Sol y sólo entren sus rayos con alguna suavidad.

          Estos árboles de Bucare, ha de ser lo primero que se siembre, luego que esté delineada la tierra, ya que necesitan toda la fuerza del Sol para crecer, porque si se hace después que está el plátano grande, como éste les impide el Sol, tardan mucho en cre

da y se vaya consumiendo la hierba con sus limpias y mientras esto crece, y se logra el fruto, se ahíla para la siembra de Cacao; esto es, se corren unas cuerdas en línea recta, según el ancho y largo de la vega, dejando de hueco de cuerda a cuerda 13 tercias de vara; y poniendo en cuadro a cada 13, una estaca, que es donde se ha de poner el árbol. Allí inmediato se van sembrando plátanos para que la sombra de éstos le sirva de resguardo, o tapasol al tal arbolito, de manera que ni les dé todo el sol ni le deje de dar, para que se pueda levantar.

          A este mismo tiempo, en el medio de estas calles que quedaron delineadas, según va dicho, se ha de sembrar en una sí y dos no, unos árboles que nombran Bucare; dejando dos calles libres en proporción, para que cuando éstos lleguen a crecer, porque son grandes, arriba en sus copetes, sus ramazones lleguen a darse las manos casi unos con otros, para que de este modo quede por abajo toda la arboleda de Cacao sombreada, que le quite la mayor fuerza al sol y sólo entren sus rayos con alguna suavidad.

          Estos árboles de Bucare, han de ser lo primero que se siembre, luego que esté delineada la tierra, ya que necesitan toda la fuerza del sol para crecer; porque si se hace después que está el plátano grande, como éste les impide el sol, tardan mucho en cre