Caracas, 28 de abril de 1812.
Mi general: mi amigo ciudadano restaurador de la libertad: ¡victoria, victoria, victoria! Sanz duerme ya sosegado: Miranda manda tiemblen los enemigos internos y externos. En fin, la justicia ha vencido, sólo falta que la fortuna triunfe. Nuestro afectísimo Ascanio dirá mi contento.
Suyo:
Sanz.