Colombeia

cedió el Comandante, y expidió la Orden, para que el dia siguiente las fragatas, y todo el Comboy, formasen, y entrasen en el Puerto. El 19 a las 2 de la tarde, se pusieron en Vela las fragatas de Grra y el Comboy, y a las 3. ya estaban fondeados todoa dentro, sin desgracia alguna, no obstante 140 Cañonazos, que les dispararon del Fuerte. A prima noche hallándonos los mas de los oficiales en la Cámara Alta, después de rezar el Rosario, y trisagio declaró el Comandante que con arreglo a sus Instrucciones, tenia ya finalizada su comisión con la entrada de las fragatas, y Comboy en el Puerto, y que en el instante que regresase la Lancha de la Comisión en que estaba empleada, debia ponerse a la Vela el Navio para la Havana, y que la tentatiba que hizo para forzar el Puerto, havia sido únicamente por considerarlo tan fácil como se lo pintaban, y por parecerle combenia al mejor servicio del Rey. El 20 tubimos la infausta noticia, de que los Indios havian muerto a el Piloto, Condestable y quatro Marineros del Pió que con motibo de hallarse este Buque, en la embocadura de Rio Perdidos, para protejer las Lanchas y Socorrer con Viveres a las tropas que vienen de la Movila, havian saltado en tierra a pasearse, y cortar hierba para el ganado. El 21 regresaron las Lanchas de su expedición, sin haver experimentado ningún contratiempo en ella, y dieron la noticia de que Espeleta con sus tropas, acamparía el dia siguiente en las inmediaciones de la Batería de las Barrancas; y confirmaron lo acaecido con la gente del Pió, la tarde del dia 19, con sola la diferencia de que los Marineros muertos son 5.
cedió el comandante y expidió la orden para que el día siguiente, las fragatas y todo el convoy formasen y entrasen en el puerto. El 19 a las dos de la tarde, se pusieron en vela las fragatas de guerra y el convoy, y a las tres ya estaban fondeados todos dentro, sin desgracia alguna no obstante 140 cañonazos que les dispararon del fuerte. A prima noche, hallándonos los más de los oficiales en la cámara alta, después de rezar el rosario y trisagio, declaró el comandante que con arreglo a sus instrucciones, tenía ya finalizada su comisión con la entrada de las fragatas y convoy en el puerto, y que en el instante que regresase la lancha de la comisión en que estaba empleada, debía ponerse a la vela el navío para La Habana, y que la tentativa que hizo para forzar el puerto, había sido únicamente por considerarlo tan fácil como se lo pintaban, y por parecerle convenía al mejor servicio del Rey. El 20 tuvimos la infausta noticia de que los indios habían muerto al piloto condestable y cuatro marineros del "Pío" que con motivo de hallarse este buque en la embocadura del río "Perdido", para proteger las lanchas y socorrer con víveres a las tropas que vienen de la Movila, habían saltado a tierra a pasearse y cortar hierba para el ganado. El 21 regresaron las lanchas de su expedición, sin haber experimentado ningún contratiempo en ella, y dieron la noticia de que Espeleta, con sus tropas, acamparía el día siguiente en las inmediaciones de la batería de las Barrancas, y confirmaron lo acaecido con la gente del "Pío", la tarde del día 19, con sólo diferencia de que los marineros muertos son cinco.