Fabuloso
Céfalo, hijo de Enon amó tiernamente a Procris, hija de Erecteo cuarto rey de Atenas, y después de haberla solicitado, se casó con ella queriéndose los dos entrañablemente.
En este tiempo se enamoró de Céfalo la Aurora, a quien Céfalo hizo algunos desaires por lo mucho que quería a su mujer Procris, de que vengativa la Aurora le puso desconfianza de su mujer, y Céfalo fingiendo ausencia a la caza, a que era apasionado, volvió a su casa disfrazado de mercader, y con tantas instancias y regalos combatió a Procris que al fin la convenció a su gusto, y descubriéndose después corrida Procris de su liviandad, se fue huyendo a los montes. Arrepentido Céfalo de su necia prueba, solicitó y buscó a su mujer, que volvió a su gracia con el mismo cariño que antes; y ella le regaló