Colombeia

un Flagatrus para Caracas, pero desearía que el Almirante le escribiese una carta sobre el particular, lo cual, atentos los términos en que están, es casi necesario. Siendo ésta más bien una carta familiar que sobre negocios, permítame Vm. le asegure con cuánto aprecio y consideración soy de Vm. su más fiel amigo. Alejandro Dirom. P. S. No puedo recordarme, quién llevó mi carta del 7 del corriente, que me insinúa Vm. No haberla recibido sino el 10 y abierta. La suerte parece extraordinaria. Spanish-Town—13 de Novre. De 1781. Traduc: Nº 29. Carta del Ayudte. Gen1. Dirom á dn. Franco. De Miranda. . . . Querido Señor. Su Exa. Aprehendiendo el que pueda originarse algún embarazo á su salida de Vm. De la Ysla, y deseoso de servirle en todo, hasta donde sus facultades, y las Leyes de este Pais le permitan en las actuales circunstancias de guerra, me encarga le avise á Vm., que han venido á participarle de que Vm. Há comprado dos o tres embarcaciones que le parece están expuestas á ser confiscadas, en caso de intentar Vm. Llevarlas fuera de esta Ysla. Por cuia razón el General le pide a Vm. Proceda con cautela para no exponerse á si mismo, ni tampoco á su Gobierno de Vm. Á ninguna perdida; pues qualesquiera cosa desagradable que sucediese á Vm., le sería de sumo disgusto. Quedo con el maior aprecio y consideración Estimado Señor De Vm. Su mas ovediente, y fiel servor. Alexandro Dirom. Tente. Ayudte. Gral. Sor. Capitán de Miranda. Kingston, Novre. 14 de 1781. N° 30. Respuesta á la antecedente… Mi querido Amigo. Doy á su Exa. Mil gracias por lo mucho que me favorece en sus amigables, y finas prevenciones, que me comunica Vm. En su apreciable carta del dia de ayer—. Puede Vm. Asegurarle de mi parte que las recibo como el mas precioso don de su dignísima amistad; y que aun no se há separado mi conducta un punto de aquella rectitud, y candor que solo han podido hacerla digna de su agrado, y protección. Los rumores, y aprehensiones Populares son indispensables en mis circunstancias, y muy anexas á la calidad de los negocios que me trahen á esta Ysla; pero lo que mas me sorprende
un Flagatrus para Caracas, pero desearía que el Almirante le escribiese una carta sobre el particular, lo cual, atentos los términos en que están, es casi necesario. Siendo ésta más bien una carta familiar que sobre negocios, permítame Vm. le asegure con cuánto aprecio y consideración soy de Vm. su más fiel amigo. Alejandro Dirom. P. S. No puedo recordarme, quién llevó mi carta del 7 del corriente, que me insinúa Vm. No haberla recibido sino el 10 y abierta. La suerte parece extraordinaria. Spanish Town, 13 de noviembre de 1781. Nº.—29 Querido señor: Su Excelencia aprehendiendo el que pueda originarse algún embarazo a su salida de la Isla, y deseoso de servirle en todo, hasta donde sus facultades y las leyes de este país le permitan en las actuales circunstancias de guerra, me encarga le avise a Vm. que han venido a participarle de que Vm. ha comprado dos o tres embarcaciones que le parece están expuestas a ser confiscadas, en caso de intentar Vm. Llevarlas fuera de esta Isla. Por cuya razón, el General le pide a Vm. Proceda con cautela para no exponerse a sí mismo, ni tampoco a su gobierno, a ninguna pérdida, pues cualquier cosa desagradable que sucediese a Vm., le sería de sumo disgusto. Quedo con el mayor aprecio y consideración. Estimado señor de Vm. Su más obediente y fiel servidor. Alejandro Dirom. Teniente Ayudante General Señor Capitán de Miranda. Kingston, 14 de noviembre de 1781. Nº.—30. Respuesta a la antecedente… Mi querido amigo: Doy a su Excelencia mil gracias por lo mucho que me favorece en sus amigables y finas prevenciones, que me comunica Vm. En su apreciable carta del día de ayer. Puede Vm. Asegurarle de mi parte que las recibo como el más precioso don de su dignísima amistad, y que aún no se ha separado mi conducta un punto, de aquella rectitud y candor que sólo han podido hacerla digna de su agrado y protección. Los rumores y aprehensiones populares son indispensables en mis circunstancias, y muy anexas a la calidad de los negocios que me traen a esta Isla; pero lo que más me sorprende,