Colombeia

más fértil de Europa, rodeado de mares para un comercio prodigioso; es abundante en trigo, en ganado de toda especie, caza y pesca, excelentes vinos, aceites, seda, lanas, linos, cáñamo, sal, azúcar, naranjas y toda clase de frutas, legumbres y forrajes. No es menos abundante en minas de oro, plata, cobre, plomo, hierro y mercurio; parece que la providencia ha colmado estos habitantes de sus más preciosos dones. Cuando los romanos conquistaron estos vastos estados a los cartaginenses, estaban poblados con más de cincuenta millones de habitantes, que sacaban siempre inmensas riquezas en sus vastos países y encontraban provechos considerables en la exportación del excedente de los productos de sus tierras. Los suevos, los godos, los alanos y los bárbaros subyugaron sucesivamente estos Estados. Las guerras crueles y consecutivas los despoblaron insensiblemente; la expulsión de los bárbaros y la conquista del Nuevo Mundo operaron la actual despoblación que le aflige. Diferentes ofertas han sido hechas para poblar varias de estas regiones atribuidas a la Corona por la extinción de estos habitantes; los desórdenes que han agitado este reino han sido a menudo un obstáculo para prestarle la atención a este asunto que exige el detalle inmenso de una tal operación. El Rey felizmente reinando e igualmente ocupado de la felicidad y del aumento de sus poblaciones, secundado por el celo luminoso e infatigable de sus ministros, se ha dignado acoger el memorándum del expositor firmante, con las condiciones resumidas en el impreso en lengua española, fielmente traducido al latín, para comodidad de los lectores interesados e indiferentes, cuyo extracto está al comienzo del presente.
más fértil de Europa, rodeado de mares para un comercio prodigioso; es abundante en trigo, en ganado de toda especie, caza y pesca, excelentes vinos, aceites, seda, lanas, linos, cáñamo, sal, azúcar, naranjas y toda clase de frutas, legumbres y forrajes. No es menos abundante en minas de oro, plata, cobre, plomo, hierro y mercurio; parece que la providencia ha colmado estos habitantes de sus más preciosos dones. Cuando los romanos conquistaron estos vastos estados a los cartaginenses, estaban poblados con más de cincuenta millones de habitantes, que sacaban siempre inmensas riquezas en sus vastos países y encontraban provechos considerables en la exportación del excedente de los productos de sus tierras. Los suevos, los godos, los alanos y los bárbaros subyugaron sucesivamente estos Estados. Las guerras crueles y consecutivas los despoblaron insensiblemente; la expulsión de los bárbaros y la conquista del Nuevo Mundo operaron la actual despoblación que le aflige. Diferentes ofertas han sido hechas para poblar varias de estas regiones atribuidas a la Corona por la extinción de estos habitantes; los desórdenes que han agitado este reino han sido a menudo un obstáculo para prestarle la atención a este asunto que exige el detalle inmenso de una tal operación. El Rey felizmente reinando e igualmente ocupado de la felicidad y del aumento de sus poblaciones, secundado por el celo luminoso e infatigable de sus ministros, se ha dignado acoger el memorándum del expositor firmante, con las condiciones resumidas en el impreso en lengua española, fielmente traducido al latín, para comodidad de los lectores interesados e indiferentes, cuyo extracto está al comienzo del presente.