Proclama del General Dumouriez al pueblo de Lieja.
Valientes liejenses, pueblo digno de la Libertad, pueblo hermano de los franceses y pronto franceses; el enemigo se amontona en vuestras fronteras. No tenéis ninguna fortificación para defender vuestros hogares, pero tenéis corazones indomables y brazos armados de valor. Que vuestra numerosa juventud se forme en batallones bajo las banderas de la Libertad. Unios a nosotros. Hagamos caer las murallas de Maestricht, y marchemos después hasta el Rin. Este río debe servir de barrera a vuestra Libertad. Todos los pueblos entre este río y el Mosa deben quedar unidos a vosotros, sea por alianza o por conquista. Cuento con doce o quince mil liejenses; me los habéis prometido. Os he dado el glorioso nombre de "Granaderos de la Revolución de Bélgica"; tengo una entera confianza en vosotros, y los franceses, con vuestra ayuda expulsarán las bandas prusianas y austríacas lejos de vuestros hogares. Combatís por vuestras propiedades, por vuestros padres, por vuestras mujeres, por vuestros hijos; vuestra causa es la nuestra. Cuento con