Colombeia

Diario del Sitio, y Defensa de la Plaza de Melilla contra el Exercito del Emperador de Marruecos, quien le atacò en Persona el dia 9 de Diziembre de 1774. A la una menos quarto de la madrugada llegó un Moro confidente con la noticia de que en este dia se avistaría el Exercito del Emperador mandado por el mismo; como asi se verificó a las 12 del dia, formando su campamento en dos divisiones frente de la Plaza, y fuera del tiro del cañón; cuia derecha cubría el Emperador, y la izquierda un Infante. Las baterías nuestras hizieron algún fuego hacia el Campamento, y Tropas enemigas que mas se acercavan. El mismo confidente expresó que el dia anterior havia llegado al campo un Moro, sugeto de capacidad, y respecto que se adelantó del Exercito con cierta comisión y fue muerto de un cañonazo, de la Plaza que le separó un muslo, y mató el caballo. Se observó este proprio dia que los Moros avitantes de este campo, antes de descubrirse el Exercito bajaron en crecido numero Mugeres, y hombres a sus sembrados y arrancaron quanto tenian plantado en ellos; y que por la tarde desampararon sus Ataques, y desaparecieron a excepción de unos pocos que se vieron ir hacia las tiendas del expresado Campamento. Prueva del poco gusto con que recibían en su País aquellas Tropas, que infaliblemente les havian de subyugar, como rebeldes que han sido siempre al Emperador. Dia — 10 Este dia amaneció formado otro campamento de maior numero de Tiendas que los 2 antecedentes, entre estos, y una Altura, o Ataque dominante a la Plaza, que llaman San Lorenzo, igualmente distante que los otros de nuestra Fortificación, cuio total numero de Tropas se juzga ascendería a quarenta o quarenta y cinco mil
Diario del Ataque, y Defensa de la Plaza de Melilla contra el Ejército del Emperador de Marruecos, mandado por su misma persona, el dia 9 de Diziembre de 1774. A la una menos cuarto de la madrugada llegó un moro confidente, llamado Amar y que ha estado mucho tiempo prisionero en la Plaza, con la noticia de que en este día se avistaría el ejército del Emperador 8, mandado por él mismo, como así se verificó a las 12 del día, formando su campamento en dos divisiones enfrente de la Plaza y fuera de tiro de cañón. (El campamento sería de 20 a 30 mil hombres cuya derecha cubría el Emperador y la izquierda un infante, aunque después se han dividido en varios campamentos y el Emperador ha tomado el centro). Las baterías nuestras hicieron algún fuego hacia el campamento y tropas enemigas que se avistaron. El mismo confidente expresó que el día anterior había llegado al campo un moro, sujeto de capacidad y respeto, que se adelantó del ejército con cierta comisión y fue muerto de un cañonazo de la Plaza que le separó un muslo y le mató el caballo. Se observó este propio día que los moros, habitantes de este campo, antes de descubrirse el ejército, bajaron en crecido número, mujeres y hombres a sus sembrados, y arrancaron cuanto tenían plantado en ellos; y por la tarde desampararon sus ataques y desaparecieron a excepción de unos pocos que se vieron ir hacia las tiendas del expresado campamento, prueba del poco gusto con que recibían en su país, aquellas tropas que infaliblemente les subyugarían como rebeldes que han sido siempre al Emperador. 10 de diciembre. Este día amaneció formado otro campamento de mayor número de tiendas que los dos antecedentes, entre éstas y una altura o ataque dominante a la Plaza que llaman San Lorenzo, igualmente distante que los otros, de nuestras baterías como cosa de 2.040 toesas, cuyo total número de tropas se juzga ascendería de 40 a 45 mil