Posdata de mano de S. M. Imperial en la carta que mandó escribir al general Conde de Colocedo, que la acompaña en sus viajes, a su embajador en Madrid el Conde de Kaunitz, avisándole su entrada al paso en España desde la Plaza de San Sebastián.
Yo añado a esta carta casi ministerial, mi querido Domingo, dos palabras las más naturales: ¿Cómo te va en ese clima? ¿Te acuerdas alguna vez de los buenos vieneses? Estoy bien lejos de ellos, pero la memoria viva de mis amigos camina siempre conmigo. Que hagas te pido, mis expresiones determinadamente al Rey, al Príncipe de Asturias; y sobre todo a la Princesa. Su embarazo me causa la mayor satisfacción por lo mucho que siempre me interesa. Dila alguna expresión alegre de las que tú sabes. Certifica al Rey el gran deseo que habría tenido de conocerle personalmente si el tiempo me lo hubiese permitido, del mismo modo que a la Princesa,