Colombeia

huviera dado desde luego la providencia correspondte., si huviese tenido la menor noticia, ó el recurso que á V. S. hizo dicho soldado, substraiendose del conducto de sus gefes inmediatos… En cuanto á no avér satisfecho con puntualidad al mercader D. Pedro de Retuerta; servirá de respuesta solida, la sencilla narración de los hechos que mediaron en aquel negocio (Ínterin paresen los cargos, que como no tengo presentes, no puedo rebatir en forma según he pedido). Dicho mercader, hizo ajuste conmigo, de hacer los calzones de Lienzo para la tropa, un quartillo mas barato de lo que me salian á mi; y en este concepto se le dixo, que haciéndolos todos á mi satisfacción, y según las muestras qe. se le davan, seria pagado según combenio; le ofreci dar entonces algún dinero, y hasta donde alcanzase el valor de los Lienzos, y respondió que no necesitava nada, que lo tomaría todo al fin. Ocurrió á esto, el que hallándose parte de la tropa destacada fuera de Madrid, no podian admitirle estos calzones, hasta que se los probase el soldado, y se viera estaban bien. En este intermedio, pretendió dicho mercader, que se le entregase todo el dinero, y que se le pagasen
hubiera dado desde luego la providencia correspondiente, si hubiese tenido la menor noticia o el recurso que a V. S. hizo dicho soldado, substrayéndose del conducto de sus jefes inmediatos. En cuanto a no haber satisfecho con puntualidad al mercader D. Pedro de Retuerta, servirá de respuesta sólida, la sencilla narración de los hechos que mediaron en aquel negocio (ínterin aparecen los cargos, que como no tengo presentes, no puedo rebatir en forma según he pedido). Dicho mercader hizo ajuste conmigo de hacer los calzones de lienzo para la tropa, un cuartillo más barato de lo que me salía a mí, y en este concepto se le dijo, que haciéndolos todos a mi satisfacción y según las muestras que se le daban, sería pagado según convenio. Le ofrecí dar entonces algún dinero y hasta donde alcanzase el valor de los lienzos, respondió que no necesitaba nada y que lo tomaría todo al fin. Ocurrió a esto, el que hallándose parte de la tropa destacada fuera de Madrid, no podían admitirle estos calzones hasta que se los probase el soldado y se viera estaban bien. En este intermedio, pretendió dicho mercader que se le entregase todo el dinero, y que se le pagasen