Documentos 1811-1816

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Muy estimado señor mío y mi amigo: La simpatía política que existe entre nosotros y la antigua amistad que nunca sufrió alteración, han contribuido al gusto que sentí al recibir la suya de 12 de mayo. No tuve tiempo de contestarla, porque no dio lugar la vuelta repentina de esos señores, pero encargue á Guillermo nacerlo de palabra, y asegurar á Vd. que tendría infinita satisfacción en llenar la comisión siempre que se pueda. Y así sobre esto quede Vd. tranquilo. Espero que ante que llegue esta las cosas habrán tomado otro semblante, pues en cuanto supe que había el Poder ejecutivo nombrado al general Miranda generalísimo tomé por divisa de ese gobierno: Auspice Teucro, nihil desperandum. Tuve igual gusto al ver su nombre de Vd. en el Poder ejecutivo, pues hablemos claro, el tiempo necesita de hombres de talento y actividad para salvar la patria. No se puede dar un paso falso, sin consecuencias funestas. El poder comerciar los habitantes de la costa firme con todo el mundo y recibir las artes y ciencias de todas partes sería bastante para obligarlos á defender su sistema, si pensasen todos ellos con juicio. Pero nada se podrá hacer sin tropas regladas para defender el país, y mantener orden, ínterin se establezca el gobierno. También se necesita mucha reforma en la disiplina, táctica, etc. Los soldados son robustos y valerosos y el generalísimo sabe muy bien todo lo que debe hacer de ellos. También entiende lo que son las relaciones políticas entre las naciones y muchas cosas de las que sólo se aprenden por el uso y manejo de asuntos, y así hace mucho honor al talento del Ejecutivo el haberle escojido para generalísimo de la Confederación. Un gobierno va siempre bien, cuando emplea sujetos aptos para los empleos: pero cuando sólo se trata de hallar empleos aptos para los sujetos, todo va mal. Escribo esta por el paquete de Jamaica que va á Curazao. Me dicen que esta á la vista, y como no hace demora me apresuro á concluir. Una goleta inglesa, que llegó hoy de Puerto Eico, trae las noticias que voy á contar, por ciertas, y por las antecedentes creo que no hay duda alguna sobre el punto. Cátalas aquí. Un bergantín del gobierno de Puerto Eico fué enviado á Vera Cruz, con escala en la Habana, cargado de cacao, para retornar plata. Al llegar á la Habana supo que los patriotas habían tomado á Vera Cruz, y volvió desde allí sin dinero. Esta noticia y el bergantín acaban de llegar de la Habana, cuando salió esta goleta inglesa de Puerto Rico y hablaba todo el mundo públicamente del suceso. Ya se sabía días ha por un barco inglés en derechura de Vera Cruz á San Thomas que los patriotas habían sido rechazados en el primer ataque, pero que se mantenían cerca, aguardando más artillería; y esta es la resulta. No hay tropa ninguna en Puerto Rico fuera de la muy precisa para la plaza: no ha llegado ninguna: y no tienen más armas contra ese gobierno que la superstición y la traición. No hay un real tampoco en Puerto Rico si no lo presta el comercio. ¿Y son estos los que pretenden conquistar a Caracas? Es vergonzoso pensar que existan un instante. Remito á Vd. la última Gaceta que tengo; pero llevará el paquete quizás más frescas. Ahora me acuerdo que la llevó Tovar. Recomiendo á Vd. Á Guillermo. El pobre Miguel está aún en el presidio de Puerto Rico, pero espero sacarlo de un modo ó de otro. Soy de V. siempre affmo. Amigo Q. B. S. M. y le desea toda prosperidad. W. White.