Cura, 17 de mayo 1812.
Señor:
Tengo el honor de participar á V. E. que después de haber escrito mi parte fecha de ayer, marché con las tropas de mi mando á los Guayos, y continué persiguiendo al enemigo hasta la falda del Morro. Desde allí me volví después de haber reconocido sus posiciones y de haber hecho alto en dicho punto la noche pasada.
Esta mañana muy temprano he enviado un destacamento de treinta hombres á las órdenes de un capitán hacia San Joaquín. En este momento acaba de regresar, sin haber visto un solo enemigo.
Voy á salir enseguida para la Cabrera; dejaré en Mariara un destacamento de treinta hombres, otro de ciento en la Cabrera y con el resto de mi tropa continuaré mi marcha hacia Maracay; si V. E. lo juzga conveniente aquella podrá ser enviada después á Tapa-Tapa.
Con el mayor gusto participó á V. E. que la derrota sufrida ayer por el enemigo fue completísima, que en su huida no ha parado hasta Valencia, y que por las noticias que he podido adquirir, ascienden sus pérdidas á unos cincuenta hombres.
Nosotros hemos hecho quince prisioneros y he sido tan afortunado que no he perdido ni un solo hombre. El teniente coronel Peñalver y otros oficiales y soldados de mi mando se han conducido con valor y han merecido mis felicitaciones. Son muchos los oficiales que se han distinguido en el desempeño de su cargo, pero como no tengo en este momento la lista de sus nombres, dejaré el formarla para ocasión más oportuna.
Tengo el honor de ser, mi general, el más obediente y sumiso servidor de V. E.
Gregor Mac-Gregor.