Mayo 20.
Mis expresas y cuantiosas ocupaciones no me han permitido contestar antes de ahora las estimadas cartas de Ud. del 15 y 17, y aunque desearía verificarlo con la debida extensión, no me es posible; pero vamos a lo más importante. Reunidos los comisionados del gobierno federal y Estado de Caracas á vista de cuantas razones les he puesto de manifiesto, no han podido menos que convenir en que se publique la ley marcial, y que en consecuencia, yo establezca y nombre jefes militares, quienes tendrán la primera autoridad, emendóse los políticos a la administración de justicia y policías: que además de mis anteriores facultades se me conceden expresamente las de tratar directamente con las naciones extranjeras y de América, con el objeto de proporcionar todo lo conveniente a estos Estados; y últimamente que dirija el sistema de rentas de la Confederación, estableciendo bancos provinciales para dar crédito y circulación al papel moneda. Bajo este concepto y siendo una de las cosas más importantes en que debemos pensar inmediatamente la de entablar las relaciones de Santa Fe y demás, espero que bajo ningún pretexto omita Ud. Venirse aquí inmediatamente, en compañía del amigo Salazar, pues para esos momentos me hacen notable falta sus luces y conocimientos de aquellos países; pudiendo verificar su viaje en compañía de mi secretario Molini, que debe igualmente venir. Si Ud. No estuviese en disposición de hacer el viaje luego, envíeme Ud. Á Salazar, que me principie á auxiliar en estas materias.
Queda de Ud. Affmo. Amigo, etc.