Documentos 1811-1816

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NOTA: Instrucciones Entre las varias cosas que se tuvieron presentes y determinaron en la conferencia celebrada en vuestra casa y hacienda de la Trinidad de Tapatapa el día 19 del presente, fue una el nombramiento de un individuo de integridad y talento, que con el carácter de director general de las Rentas de la Confederación, las restableciese y organizase. Vos fuisteis designado unánimemente como el más a propósito para este encargo, recomendándoos con particularidad al ciudadano Patrullo, y otro cualquiera en quien se hallen las circunstancias de conocimientos económicos y responsabilidad. Supuesto, pues, que vais a encargaros de esta importante comisión, no será ocioso insinuaros que uno de vuestros principales objetos, es dar crédito, circulación y giro al papel moneda, activar el cuño de la metálica, promover el establecimiento de bancos, no sólo en la capital de Caracas, sino en las de las demás provincias, arreglar el método de cuenta y razón en los diferentes ramos; y como es indispensable que la economía y parsimonia presidan en todo sistema de organización de rentas, deberéis simplificar el nuestro, procurando igualmente que se reduzca el número de agentes que entienden en la recaudación del erario público, muchas de cuyas plazas deberán ser suprimidas, mudadas ó provistas en otros por innecesarias ó mal servidas. Deberá llamar vuestra atención con preferencia la administración y aumento de la renta de tabaco, casi única para cubrir todas las necesidades del Estado. Es preciso que consagréis vuestra vigilancia y tareas a la perfección de este importantísimo ramo, para lo cual deberéis observar los mismos principios que se os acaban de indicar anteriormente, recomendándoos como uno de los sujetos más a propósito para los primeros empleos de la Renta al ciudadano Balbuena. Otro objeto importantísimo a que debéis también consagrar vuestras meditaciones y tareas, es un plan de hacienda, es decir, de recaudación é impuestos, en cuyo último punto se os recomienda que las contribuciones necesarias para las urgencias del Estado sean en lo posible las menos opresivas y onerosas a los pueblos. En cualquiera duda ó embarazo que se os ofrezca, ocurriréis al generalísimo para la determinación, sin dejar de mantener comunicación con los gobiernos de la Unión y de Caracas.