24 de mayo.
He leído tu carta al generalísimo, cuya fecha se te olvidó. Ha quedado muy satisfecho de cuanto me dices, y me encarga te anime a que sigas con la misma actividad que ahora en servicio del ejército, sin permitir que ninguna otra autoridad pueda estorbar tus operaciones.
Que en cuanto a los oficiales que se hallan ahí, todos aquellos que no tuvieren un motivo evidentemente justo, los hagas venir al ejército de cualquier modo; pero que al comandante de caballería León lo remitáis, aunque sea en hamaca.
También me manda decirte que a todos los europeos vecinos de este pueblo que se hallan ahí detenidos, les hagas saber pueden restituirse a sus casas.
Mil gracias, amigo, por el paño, pero siento que no me avises su precio.