1 de junio de 1812.
Querido amigo:
He recibido sus dos apreciables de 29 y 30 del pasado, y le doy mil gracias por el importante encargo que se ha servido aceptar.
Aguardo con impaciencia la resolución de esos señores sobre los sujetos que tengo propuestos; como la ley marcial está actualmente en su vigor, todo el que obrase contrariamente a ella ó que se opusiere a que ésta tenga el debido efecto, debe considerarse como un perturbador público ó enemigo de la patria, procediéndose contra él en consecuencia.
El señor Cura visita a menudo su familia en la Trinidad, y por él le comunico todas las ocurrencias.