Colombeia

(14)... Se llamaba Mr. Gondeau, Subte, del Reximiento de la Luisiana, murió tres dias después. (15)… Hemos savido por los Desertores, que tres de estos fueron muertos, dos heridos, y uno bueno llebaron a Cambel; quien les pagó por los muertos, y heridos el precio Estipulado, y por el bueno y sano, les regaló 20 ps y una barrica de Rom, conducta plausible, con que este oficial procura me­jorar la suerte de los prisioneros, que tienen la desgracia de dar en manos de estos barbaros. (16)… De cuantos buques han hecho fuego a dha Batería, ninguno con el acierto que esta fragata, por confesión de los mismos oficiales enemigos, que lo mandaban. (17)… Entró oy la fragata Hospital la Mexicana, que recivió algunos balazos de la batería Enemiga redcliffis, al pasar por delante de ella: prueba de lo que hemos dicho antes, acerca de la dificultad que habría en forzar dho Puerto, siem­pre que hubiese otra batería en la punta Singuenza. (18)… Se dice, que esta providencia fue solicitada por el mismo oficial Acusado. (19)… Se dice, que estaba herrada esta batería, de todas nuestras esperanzas, y que solo podría jugar cinco Cañones : Vaya que es buena! Diario de lo mas particular ocurrido desde el dia de nuestra salida del puerto de la Havana. El 28 de febrero de 1781 se verificó la salida de la expedición para Panzacola, con toda felicidad. El 3 de Marzo siguiente, a las 7 de la mañana, avistamos, a distancia de 4 a 5 leguas, como unas 10 velas a barlobento, a las que se les dio caza, hasta las 5 d. t. con el fin de reconocerlas, lo que no se pudo conseguir por lo mucho que ciñeron el viento, y por no desamparar el Comboy, que estaba ya disperso, y opinar, los mas, a que eran los buques que benian de Veracruz con Viveres. El 4 a las 10 d. m. se nos incorporó el Galbeston, y nos hizo relación de haverse hallado, la noche anterior, en medio de las citadas embarcaciones, y que reconociendo no era el comboy, se separó de ellas, ygnorando lo mismo que nosotros.
Diario de lo más particular ocurrido desde el día de nuestra salida del Puerto de la Habana. El 28 de febrero de 1781 se verificó la salida de la expedición para Pensacola, con toda felicidad. El 3 de marzo siguiente, a las siete de la mañana, avistamos a distancia de 4 a 5 leguas, como unas diez velas a barlovento, a las que se les dio caza hasta las cinco de la tarde con el fin de reconocerlas, lo que no se pudo conseguir por lo mucho que ciñeron el viento y por no desamparar el convoy, que estaba ya disperso, y opinar los más, a que eran los buques que venían de Veracruz con víveres. El 4 a las diez de la mañana se nos incorporó el "Galveston" y nos hizo relación de haberse hallado, la noche anterior, en medio de las citadas embarcaciones, y que reconociendo no era el convoy, se separó de ellas ignorando lo mismo que nosotros. Durante la caza, hubo coronel que aduló a Gálvez diciendo: "mi general, este es sin duda un convoy de Jamaica, que precisamente tomaremos, con lo que se acreditará Vm. De un segundo Rodney en América"; a que correspondieron otros clientes suyos dando palmadas.