Colombeia

rama que echen.

          Para no perder tiempo en la fundación y creason de una Hazda desde que se roza la tierra, hasta que se puede plantar la arboleda, como va relacionado al principio, en pedacitos de tierra separados, se hacen Almácigos con semilleros; esto es, en un pedazo de tierra de 10 ó 12 varas de largo y otro tanto de ancho, ó aunque sea más angosto, estando limpia sin yerva, y puesto por encima a poca distancia en palitos, con sus horqueticas, hojas de plátano para tapar el Sol, se siembra a distancia de un palmo de unos a otros, granos deCacáo y esto se tiene cuidado de regarlos y limpiarlos, sin consentir haya cuevas de Bachacos, porque estos se los comen y se malogran; en cuya conformidad van creciendo, hasta que están de tres cuartas de largo, manteniéndose en esta forma, aun hasta dos años, y de allí se sacan con cuidado, con un pilón de tierra, de manera que no se le lastimen las raíces, teniendo un hoyo hecho a proporción en el lugar de la Hazda ó estaca a donde corresponde el árbol que pone allí, y aunque suele tener tres ó cuatro días de sentimto, luego vuelve en sí, y si por casualidad murió por algún descuido, se pone otro, y así no se malogra el tiempo.

rama que echen.

          Para no perder tiempo en la fundación y creación de una Hacienda, desde que se roza la tierra hasta que se puede plantar la arboleda, como va relacionado al principio, en pedacitos de tierra separados, se hacen Almácigos con semilleros; esto es, en un pedazo de tierra de 10 ó 12 varas de largo y otro tanto de ancho, o aunque sea más angosto, estando limpia sin hierba y puesto por encima a poca distancia en palitos, con sus horqueticas, hojas de plátano para tapar el sol, se siembra a distancia de un palmo de unos a otros, granos de cacao, y esto se tiene cuidado de regarlos y limpiarlos, sin consentir haya cuevas de bachacos, porque éstos se los comen y se malogran. En cuya conformidad van creciendo, hasta que están de tres cuartas de largo, manteniéndose en esta forma aun hasta dos años; y de allí se sacan con cuidado, con un pilón de tierra, de manera que no se le lastimen las raíces, teniendo un hoyo hecho a proporción en el lugar de la Hacienda o estaca, a donde corresponde el árbol que pone allí, y aunque suele tener tres o cuatro días de sentimiento, luego vuelve en sí, y si por casualidad murió por algún descuido, se pone otro y así no se malogra el tiempo.