Excelentísimo Señor.
Muy Señor mío. La providencia de justicia que expidió de oficio el Conde de Ricla, en la causa que se ha seguido contra Don Sevastián Peñalber, suspendiendo de su ejercicio al abogado que dirigió el escrito de sus descargas, y el rumor que ha causado la general sindicación a que ha reducido su contexto, contra todos los que depusieron en la sumaria, me hizo comprender la que particularmente hace de mi conducta, relativa al tiempo que dominaron esta Plaza las armas Británicas, estimándome denunciador, por haber dado cuenta al Rey por mano de Vuestra Excelencia de sus hechos, durante la citada dominación, con motivo de haberse acumulado a los mismos autos copia de mi carta de 26 de febrero de 1762.
Añade haber sido la denuncia que me arguye calumniosa, y sin radical fundamento, hecha por emulación suya, y con la mira de tener preocupado el ánimo de Su Majestad, si el diese cuenta de mis operaciones, como lo había protestado públicamente, sobre la cual repite cuanto supo discurrir el atrevimiento, y la resolución de ostentarse en ocasión de sostener mi ultraje.
Además de estas expresiones, e injurias con que insulta mi carácter, pasa a sindicar mi conducta, imputándome, que durante la referida dominación Inglesa me desvié entera-mente de las atenciones debidas a nuestra Religión, al servicio del Rey, y al bien de éste público; que no procuré rescatar los pertrechos, los dos buques que se hallaban sobre Gra-das, ni los demás Navíos, aseverando que hubiera sido fácil lograrlo por precios muy
1781.
Excelentísimo Señor.
Muy Señor mío. La providencia de justicia que expidió de oficio el Conde de Ricla, en la causa que se ha seguido contra Don Sevastián Peñalber, suspendiendo de su ejercicio al abogado que dirigió el escrito de sus descargas, y el rumor que ha causado la general sindicación a que ha reducido su contexto, contra todos los que depusieron en la sumaria, me hizo comprender la que particularmente hace de mi conducta, relativa al tiempo que dominaron esta Plaza las armas Británicas, estimándome denunciador, por haber dado cuenta al Rey por mano de Vuestra Excelencia de sus hechos, durante la citada dominación, con motivo de haberse acumulado a los mismos autos copia de mi carta de 26 de febrero de 1762.
Añade haber sido la denuncia que me arguye calumniosa, y sin radical fundamento, hecha por emulación suya, y con la mira de tener preocupado el ánimo de Su Majestad, si el diese cuenta de mis operaciones, como lo había protestado públicamente, sobre la cual repite cuanto supo discurrir el atrevimiento, y la resolución de ostentarse en ocasión de sostener mi ultraje.
Además de estas expresiones, e injurias con que insulta mi carácter, pasa a sindicar mi conducta, imputándome, que durante la referida dominación Inglesa me desvié enteramente de las atenciones debidas a nuestra Religión, al servicio del Rey, y al bien de éste público; que no procuré rescatar los pertrechos, los dos buques que se hallaban sobre Gradas, ni los demás Navíos, aseverando que hubiera sido fácil lograrlo por precios muy