Colombeia

refiere por menor el Ynventario: y un Cajoncito con dos jarras de losa ordinaria, una Tehera, y una Cafetera de metal: informando no haverse conducido la demás losa, por no exponerla en los Carros á su quiebra, y venir á este Puerto en los Buques: Quedaron sobrantes quatro bahules, uno mas pequeño y otras menudencias que los Ministros del resguardo sacaron de los Flagatruses, y pusieron en los Carros, luego que se apoderaron de ellos; lo que hice separar sin reconocer. Mandé entregar inmediatamte. Los Equipages, y que el mismo vista de la Aduana apreciara los Lienzos comprehendidos en los otros bahules, por las propias reglas que lo hace en ella, y haviendolo executado por la diligencia que continua en dho. Testimonio resultó estimarlos aquí en ocho mil ciento treinta y seis pesos, comprovandose el informe del oficial en quanto á ser una negociación de seis á ocho mil pesos, por un examen tan calificado y á vista de los mismos dependientes de Rentas, y desvaneciéndose aquellas alajas preciosas, considerables cantidades y Contravandos, que escandalizaron en el Sistema vul¬gar esta Ciudad, é Ysla, y la de Jamaica; por que lo que verdaderamente merece valor, y estimación son los tres buques, á que por destinados á R1. Servicio no acomoda el apodo. Satisfecho asi yo, y quedándole los demás, mandé igualmte entregar los Bahules y efectos á Allwood, sigilando su nombre, y con las precauciones conducentes á resguardar su confianza y vida. Puse los sobrantes sacados de á bordo por los Guardas, á disposición del Yntendente, quien en virtud de mi oficio No 16, dispuso por el 17, se pasasen á la Aduana para el reconocimiento, y providencias
refiere por menor el inventario; un cajoncito con dos jarras de loza ordinaria, una tetera y una cafetera de metal, informando no haberse conducido la demás loza por no exponerla en los carros a su quiebra y venir a este puerto en los buques. Quedaron sobrantes cuatro baúles, uno más pequeño y otras menudencias que los Ministros del resguardo sacaron de los Flagatruses y pusieron en los carros, luego que se apoderaron de ellos, lo que hice separar sin reconocer. Mandé entregar inmediatamente los equipajes y que el mismo vista de la Aduana apreciara los lienzos comprendidos en los otros baúles, por las propias reglas que lo hace en ella, y habiéndolo ejecutado por la diligencia que continúa en dicho testimonio, resultó estimarlos aquí en ocho mil ciento treinta y seis pesos, comprobándose el informe del oficial en cuanto a ser una negociación de seis a ocho mil pesos por un examen tan calificado y a vista de los mismos dependendientes de Rentas, y desvaneciéndose aquellas alhajas preciosas, considerables cantidades y contrabandos que escandalizaron en el sistema vulgar esta ciudad e Isla y la de Jamaica; porque lo que verdaderamente merece valor y estimación son los tres buques, a que por destinados a Real servicio, no acomoda el apodo. Satisfecho así yo y quedando los demás, mandé igualmente entregar los baúles y efectos a Allwood, sigilando su nombre y con las precauciones conducentes a resguardar su confiama y vida. Puse los sobrantes sacados de a bordo por los guardas, a disposición del Intendente, quien en virtud de mi oficio Nº 16, dispuso por el 17, se pasasen a la Aduana para el reconocimiento y providencias