Colombeia

correspondientes, quedando en esta parte satisfecho de que ni usurpo, ni impido su jurisdicción en aquello que le compete por no estar sugeto á la mia; ni permito que á la sombra de unas concesiones, que exigió la necesidad, y utilidad del Estado, se defrauden los intereses Rs. Llegado finalmente á este Puerto el Bergantín Flagatrus, hice á el Yntendente el Oficio No 18. para el desembarco de la Losa, y demás que quedó á su bordo perteneciente á Allwood, con las precauciones devidas y de su tasación en la Aduana; asi lo practicó, y me pasó la que acompaña su oficio Np 19, entre¬gándose los efectos a él Ynteresado. Ascendió el valor de estos aquí á 1422 pesos 4 rrs. Que unido con el de los géneros trahidos por Batavanó, hacen el total de 9558 ps. 4 rrs., y manifiesta que solo pudo importar en Jamaica el que informó Miranda, y adelanta aquí como un tercio. Por el exceso con que los Ministros de rentas ocuparon los Carros en las inmediaciones de Batabanó, menospreciando mi Pasaporte, ultrajando á los soldados de salvaguardia, faltando al respecto del oficial, y deteniendo los Barcos, é Yngleses que los mandaban, hice poner presos á dos de ellos, que mas se dis¬tinguieron. En contestación de mi aviso á el Yntendente, me recomendó este la necesidad de el uno, y perjuicios que su prisión podría traher al Cobro de Rentas de que estaba encargado, y dispuse se pusiese luego en livertad aunque reservando el procedimiento corespondiente contra él; pero mantengo á el otro en arresto con animo de que permanezca algunos dias, y después soltarlo sin levantar
correspondientes, quedando en esta parte satisfecho de que ni usurpo ni impido su jurisdicción en aquello que le compete por no estar sujeto a la mía; ni permito que a la sombra de unas concesiones, que exigió la necesidad y utilidad del Estado, se defrauden los intereses Reales. Llegando finalmente a este puerto el bergantín Flagatrus, hice al Intendente el oficio N° 18, para el desembarco de la loza y demás que quedó a su bordo, perteneciente a Allwood, con las precauciones debidas y de su tasación en la Aduana; así lo prac­ticó y me pasó la que acompaña su oficio Nº 19, entregándose los efectos al interesado. Ascendió el valor de éstos aquí a mil cuatrocientos veintidós pesos, cuatro reales, que unido con el de los géneros traídos por Batabanó, hacen el total de nueve mil quinientos cincuenta y ocho pesos, cuatro reales, y manifiesta que sólo pudo importar en Jamaica el que informó Miranda y adelanta aquí como un tercio. Por el exceso con que los Ministros de rentas ocuparon los carros en las inmediaciones de Batabanó, menospreciando mi pasaporte, ultrajando a los soldados de salvaguardia, faltando al respeto del oficial y deteniendo los barcos e ingleses que los mandaban, hice poner presos a dos de ellos que más se distinguieron. En contestación de mi aviso al Intendente, me recomendó éste la necesidad de uno de ellos y perjuicios que su prisión podría traer al cobro de Rentas de que estaba encargado. Dispuse se pusiese luego en libertad, aunque reservando el procedimiento correspondiente contra él, pero mantengo al otro en arresto con ánimo de que permanezca algunos días y después soltarlo sin levantar