legítimamte árboles frutales, que por lo regular duran sus cien años, aunque con no tanto vigór, dando fruto como desde los diez años, hasta los setenta, porque como ván siendo viejos, flaquean a la similitud del hombre, que decae con la mayór edád, quedando el arbitrio de gozar el fruto de los que nuevamte se hán ido plantando por los árboles que hán ido fallando.
También se hace, que estando yá la arboleda de crecida edad, si es de 40 Ø árboles la planta, se quitan desde su raíz 10 Ø y en la misma tierra, porque esta no tiene faléncia, se vuelven à sembrar de nuevo, y con los 30 Ø que quedan se vá manteniendo el Dueño hasta los cinco años, que ya aquellos diez Ø comienzan a pintar fruto, y entonces se quitan otros 10 Ø y así se va turnando, hasta que vuelve a quedar nuevamte reedificada del todo, sin quebranto de su Señor.
Ahora, pues, restase saber que caudal han producido estos 10 Ø ps. empleados a los diez años que es la arboleda frutal.
legítimamente árboles frutales, que por lo regular duran sus cien años, aunque no con tanto vigor, dando fruto como desde los diez años hasta los setenta, porque como van siendo viejos, flaquean a la similitud del hombre, que decae con la mayor edad, quedando el arbitrio de gozar el fruto de los que nuevamente se han ido plantando, por los árboles que han ido fallando.
También se hace, que estando ya la arboleda de crecida edad, si es de 40 mil árboles la planta, se quitan desde su raíz 10 mil, y en la misma tierra, porque ésta no tiene falencia, se vuelven a sembrar de nuevo; y con los 30 mil que quedan, se va manteniendo el dueño hasta los cinco años, que ya aquellos diez mil comienzan a pintar fruto; y entonces se quitan otros 10 mil, y así se va turnando, hasta que vuelve a quedar nuevamente reedificada del todo, sin quebranto de su señor.
Ahora, pues, réstase saber qué caudal han producido estos 10 mil pesos empleados a los diez años, que es la arboleda frutal