Colombeia

Yslas de Bahama quanto les fuera posible; y considera el exponente que por ninguna justa razón pueden ser responsables los proprietarios de la mala conducta que observasen los corsarios fuera del poder de sus legítimos Dueños, como estaban por las actuales y criticas sircunstancias del tiempo; contribuyendo eficasmente los proprietarios los medios posibles para alejarse de estos mares, y llegando al primer Puerto Británico qe. pudiesen se desarmaran. Que la absoluta imposibilidad de poder persuadir á los Marineros á qe. Voluntariamte. Entrasen en un Puerto donde se entregaban Prisioneros al Conquistador, es fácil de comprehenderse la repugnancia qe. Havian, y jusgarlo tal vez como crimen de lesa Magd. Al Principe á qe. Se hallaban sujetos. Que en estos intermedios parece qe. El corsario el Fox en la altura de treinta y dos grados del Norte apreso una pequeña Goleta Americana cargada con ochenta y siete Barriles de Alquitrán la qe. Quiso devolver el oficial comandte. Y alguna parte de la tripulasn., pero habiéndose opuesto el mayor numero de los últimos, han ofrecido los proprietarios pagar al dueño de la Goleta su valor, y demás Gastos qe. Se le hallan originado. Por ultimo que los Proprietarios de los referidos corsarios Fox y Empreza han solicitado siempre todos los medios para no separarse un punto de los Artículos de la Capitulasn., teniendo su total confianza en la honrra, justicia, y humanidad de V. E. y de los Sres. Oficiales y tropas Españolas según les corresponde en general; y que muy distantes de pretender alguna hostilidad con los referidos Corsarios, están determinados á manejarse con el mayor honor con la Nación Española y les parece qe. Los expresados Corsarios, salieron de las Yslas de Bahama imposibilitados de perjudicar á nadie, respecto á ser constante que
Islas de Bahama cuanto les fuera posible, y considera el exponente, que por ninguna justa razón pueden ser responsables los propietarios de la mala conducta que observasen los corsarios fuera del poder de sus legítimos dueños, como estaban por las actuales y críticas circunstancias del tiempo, contribuyendo eficazmente los propietarios los medios posibles para alejarse de estos mares y llegando al primer puerto británico que pudiesen desarmar. Que la absoluta imposibilidad de poder persuadir a los marineros a que voluntariamente entrasen en un puerto donde se entregaban prisioneros al conquistador, es fácil de comprender la repugnancia que habían y juzgarlo tal vez como crimen de lesa majestad al Príncipe a que se hallaban sujetos. Que en estos intermedios parece que el corsario el "Fox", en la altura de 32 grados del Norte, apresó una pequeña goleta americana cargada con 87 barriles de alquitrán, la que quiso devolver el oficial comandante y alguna parte de la tripulación, pero habiéndose opuesto el mayor número de los últimos, han ofrecido los propietarios pagar al dueño de la goleta su valor y demás gastos que se le hayan originado. Por último, que los propietarios de los referidos corsarios "Fox" y "Empress" han solicitado siempre todos los medios para no separarse un punto de los Artículos de la Capitulación, teniendo su total confianza en la honra, justicia y humanidad de V. E. y de los señores oficiales y tropas españolas, según les corresponde en general; y que muy distantes de pretender alguna hostilidad con los referidos corsarios, están determinados a manejarse con el mayor honor con la nación española y les parece que los expresados corsarios salieron de las Islas de Bahama, imposibilitados de perjudicar a nadie, respecto a ser constante que