Colombeia

que impidiesen el que continuasen impunemente dha operación; pero el Oficial Comandante de esta Tropa perdiendo de vista este objeto, que era la única ydea del Gral, se sitió mal con su Tropa, y empeñó una intempestiba escaramuza, que sin embargo de haver sido sostenida por dos Compañías mas de Cazadores, y dos piezas de Campaña, fue menester retirarnos, tanto por el superior fuego del Cañón Enemigo, y de sus Obuses, que desde el parapeto de su fortificación, jugaban sobre el flanco de nuestra tropa; cuanto por la fusilería, y Piezas de Campaña enemiga, que nos batían desde el Bosque… Duró la escaramuza esta dos horas, hasta que informado el General del Caso, y hallándonos con 5 soldados muertos; y 14 hombres, y 3 oficiales heridos, mandó (a las 12) que se retirase dha Tropa y que cuatro otras compañías fuesen a Beíebarla, Apostándose a una distancia respectiva, fuera de la Artillería de la Plaza… y que pudiesen al mismo tiempo verificar el objeto de la Orden anterior: esto es impedir que los Enemigos hechasen abajo el Bosque mencionado. A las 6 de la tarde se retiraron dhas Compañías, y los Enemigs se quedaron en su Bosque, construiendo al parecer, un reducto, que enfilaba juntamente la Linea paralela, demarcada por nuestros Ingenieros. No sé si con esta novedad, o con la de haversenos desertado, por la tarde, dos Alemanes, de nuestras tropas Extrangeras, estando ya toda la tropa, y los mismos oficiales del día antecedente, formados para salir después de la Oración, a repetir la operación del dia antecedente; Vino la orden repentina, de que todo el mundo se retirase, y nada se hizo en esta noche Otros pretenden que esta novedad fue resultas de haver expuesto el Ingeniero en Jefe, que su plan de Ataque, era imperfecto, lo rebocaba, y no respondía por ningún motibo del éxito, dirigiendo el Ataque por aquella parte. &a. Vinieron dos desertores de la Guarnición Enemiga, y el Capitán de fragata Alderete, vio desde el Puerto, que los Enemigos Ahorcaron un Hombre: según han dicho desertores, fue un Sargento nuestro del Reximto de flandes, que algunos dias antes se havia deser
que impidiesen el que continuasen impunemente dicha operación. Pero el Oficial Comandante de esta Tropa, don Antonio O'Neill, capitán del regimiento de Hibernia, perdiendo de vista a este objeto, que era la única idea del General, se situó mal con su tropa, y empeñó una intempestiva escaramuza, que a pesar de haber sido sostenida por dos compañías más de Cazadores y dos piezas de campaña, fue menester retirarnos, tanto por el superior fuego del cañón enemigo y de sus obuses, que desde el parapeto de su fortificación jugaban sobre el flanco de nuestra tropa, cuanto por la fusilería y piezas de campaña enemiga que nos batían desde el bosque. (Por los enemigos hemos sabido después, que su idea fue la de llevar a nuestra tropa por aquella parte, empeñándola en el bosque, para cortarla por la espalda con una partida de 200 hombres de sus mejores tropas. Y que a este fin habían sido destacados desde las 6 de la mañana; pero el guía, embriagado, erró el camino y malograron la idea. Salvándose nuestra tropa, por este único medio, del riesgo inevitable a que la expuso su indiscreto comandante)… Duró la escaramuza ésta dos horas, hasta que informado el General del caso, y hallándonos con 5 soldados muertos y 14 hombres y 3 oficiales heridos, mandó a las 12 que se retirase dicha tropa y que cuatro otras compañías fuesen a relevarla, apostándose a una distancia respectiva, fuera de la artillería de la Plaza, y que pudiesen al mismo tiempo verificar el objeto de la orden anterior: esto es, impedir que los enemigos echasen abajo el bosque mencionado. A las 6 de la tarde se retiraron dichas compañías y los enemigos se quedaron en su bosque, construyendo, al parecer, un reducto que enfilaba justamente la Línea Paralela demarcada por nuestros Ingenieros. No sé si por esta novedad, o por la de habérsenos desertado, por la tarde, dos alemanes de nuestras tropas extranjeras, estando ya toda la tropa y los mismos oficiales del día antecedente, formados para salir después de la oración, a repetir la operación del día antecedente, vino la orden repentina de que todo el mundo se retirase y nada se hizo en esta noche. Otros pretenden que esta novedad fue resultado de haber expuesto el Ingeniero en Jefe, que su plan de ataque era imperfecto, que lo revocaba, y no respondía por ningún motivo del éxito, si se dirigía el ataque por aquella parte, etc. (No debe extrañarse el que se diga aquí que se le puso banqueta el segundo día a la trinchera, porque como quiera que ni nuestras tropas ni sus oficiales tienen experiencia en estos asuntos, ni conocimientos teóricos, de aquí resulta, que, ni su trinchera fue más que una zanja cuando la concluyeron, ni sus primeros Campos retrincherados, otra cosa que una cerca para ganado. El foso, lo dejaban por la parte interior siempre, y nadie les podía convencer que debía ser al contrario. La experiencia y la reflexión lo consiguió al fin… Ninguna profesión necesita más de la práctica y de una constante aplicación que la militar). Vinieron dos desertores de la guarnición enemiga, y el capitán de fragata Alderete vio desde el puerto que los enemigos ahorcaron a un hombre. Según han dicho desertores, fue un sargento nuestro del Regimiento de Flandes, que unos días antes había deser