Colombeia

aun que los mismos Enemigos: pero no fue posible la execucion por lo fuerte del temporal que corría, y mala situación en que esta nuestro Embarcadero. 13. Este se observo una gran inacción en todo el Campo Enemigo, manteniéndose todo el sin disparar un tiro; y por la tarde vimos entrar en su Parque basta 18 Camellos cargados al parecer de Bombas, y Granadas Rs. Respecto de que al anochezer trajeron algún repuesto a sus baterías con que nos incomodaron toda la noche. También amaneció puesta en la Playa frente a nuestro Desembarcadero una mui bien construida Trinchera como para seis, y ocho piezas de cañón; y notándose que el Enemigo conservaba una extraña quietud en sus Campamentos, se mandó que una Lancha fuese a reconocer desde el Mar si se havian estos retirado, u emboscado en algún parage oculto a la Plaza; pero nada se observó de particular, solo si de que en todo el Campo no se veian aun señales que manifestasen por que lado intentaban atacar la Plaza, y se disponía la abertura de la trinchera, cuia novedad (junto con la del corto calibre de su Artillería) hizo discurrir a los Inteligentes pensarían tal vez tomar la Plaza solo con el Ataque del Mortero, por Escalada, o sorpresa. De nuestra parte se han continuado con viveza los trabajos, adelantando algunas baterías en la Muralla llamada de la Concepción, y otros Puestos ventajosos que serán de suma utilidad para nuestra defensa: observándose al mismo tiempo un gran ardor, y constancia en la asistencia diaria de nuestra Tropa a los trabajos, y fatiga que se ofrece. 14 Oy han continuado los enemigos el fuego de sus baterías e Mortero con la maior actividad, a que correspondieron las nuestras igualmente; adelantándose al mismo tiempo los Trabajos, y obras proyectadas que se van perfeccionando en el mejor orden, disposición posible, sin embargo de que por la noche intentan los Enemigos embarazarlo con el gran un numero de bombas que arrojan sobre la Plaza, y fuertes exteriores… notándose también que estos hazen cortar, y preparar en los Montes inmediatos un gran numero de faginas. Al anochecer llegó un Confidente refiriendo que el Emperador estava mui indignado contra SidyBotey, por que le havia engañado asegurándole de que la Plaza se rendiría apenas fuese bombardeada, por cuia razón le hizo cortar las manos ,y la cabeza;—que también havia man
aún que los mismos enemigos, pero no fue posible la ejecución por lo fuerte del temporal que corría y la mala situación en que está nuestro embarcadero. 13 de diciembre. En éste se observó una gran inacción en todo el campo enemigo, manteniéndose todo él sin disparar un tiro, y por la tarde vimos entrar en su parque hasta 48 camellos cargados, al parecer, de bombas y granadas reales, respecto de que al anochecer trajeron algún repuesto a sus baterías con que nos incomodaron toda la noche. También amaneció puesta en la playa, frente a nuestro desembarcadero, una muy bien construida trinchera como para seis u ocho piezas de cañón. Y notándose que el enemigo conservaba una extraña quietud en sus campamentos, se mandó que una lancha fuese a reconocer desde el mar, si se habían éstos retirado o emboscado en algún paraje oculto a la Plaza, pero nada se observó de particular. Sólo, que en todo el campo no se veían aún señales que manifestasen por qué lado intentaban atacar la Plaza y se disponía la abertura de la trinchera, cuya novedad (junto con la del corto calibre de su artillería) hizo discurrir a los inteligentes, que pensarían tal vez tomar la Plaza sólo con el ataque del mortero y por escalada o sorpresa. Por nuestra parte, se han continuado con viveza los trabajos, adelantando algunas baterías en la muralla llamada de la Concepción, y otros puestos ventajosos, que disparan con bastante acierto y daño del enemigo y que serán de suma utilidad para nuestra defensa, observándose al mismo tiempo un gran ardor y constancia en la asistencia diaria de nuestra tropa a los trabajos y fatiga que se ofrece. 14 de diciembre. Hoy han continuado los enemigos el fuego de sus baterías de mortero con la mayor actividad, a la que correspondieron las nuestras igualmente. Adelantándose al mismo tiempo, los trabajos y obras proyectadas que se van perfeccionando en el mejor orden y disposición posible, sin embargo de que por la noche intentan los enemigos embarazarnos con el gran número de bombas que arrojan sobre la Plaza y fuertes exteriores, notándose también que éstos hacen cortar y preparar en los montes inmediatos un gran número de fajinas. Al anochecer llegó un confidente refiriendo que el Emperador estaba muy indignado contra SidiBotey, porque le había engañado asegurándole de que la Plaza se rendiría apenas fuese bombardeada, por cuya razón le hizo cortar las manos y la cabeza, como también había man