manifestando deseo de que se les correspondiese, y acercándose cada vez mas a los fuertes exteriores, tanto que fué preciso amenazarles con el fusil para qe se contuviesen en sus trincheras.
A las 3 mandó nro. gral. se les correspondiese con otra bandera blanca en la Torre de Sta. Barbara, a cuia señal ocurrió infinita gente acia la Vega, Alburramada, Ataque seco, Puntilla, etc, aviendo pasado el gral. y governador con 2 Comps. de granads a tomar la banqueta de la Muralla de los Huertos hasta el rastrillo que llaman de Vandera de paz: Adonde ocurrieron el Embaxador que el año de 67 estuvo en Madrid, el gral. de la Caballa, el de Artilla, y Alcaide de este Campo Amar suplicando se les permitiese hablar con el gral. de la Plaza. Ynmediatamte. mandó este se les abriese el rastrillo, y entraron con gran ceremonia, manifestando con razones sofisticas y que solamte aludían a disculparles, que nro. Sobo avia proclamado la guerra y no su Empor.; para
manifestando deseo de que se les correspondiese y acercándose cada vez más a los fuertes exteriores, tanto que fue preciso amenazarles con el fusil para que se contuviesen en sus trincheras.
A las tres mandó nuestro general se les correspondiese con otra bandera blanca en la torre de Santa Bárbara, a cuya señal ocurrió infinita gente hacia la Vega, Alburramada, Ataque Seco, Puntilla, etc., habiendo pasado el general y gobernador con dos compañías de granaderos a tomar la banqueta de la muralla de los huertos hasta el rastrillo que llaman de Bandera de Paz. Allí ocurrieron el embajador —que el año 67 estuvo en Madrid—, el general de la caballería, el de artillería, y el Alcaide de este campo Amar, suplicando se les permitiese hablar con el general de la Plaza. Inmediatamente éste mandó se les abriese el rastrillo y entraron con gran ceremonia manifestando con razones sofísticas y que solamente aludían a disculparles, que nuestro Soberano había proclamado la guerra y no su Emperador, para