cuio efecto presentavan el Manisfiesto nro. de la Declaración de la guerra, y una carta del Ministro, marqs. de Grimaldi, pretendiendo satisfacer con estos papeles a los justos y justificadísimos cargos que nros. gefes les hacían. Pero concluieron diciendo que el Empor. apetecía la Paz; y que mientras qe el Principe Carlos viviese la querían conservar, pues aun pensava hir el mismo pr Embaxador a Madrid. Que para prueva de que el no avia roto la guerra, no avia puesto sitio a Ceuta: Que esta Plaza spre. avia estado en guerra, y que para qué le hizirnos fuego qdo. se presentó aqui: (b). Que el Empor. avia marchado camino de Argel donde le era preciso ocurrir; asegurando que los cautivos que tenia nuestros, tanto los que apresaron en esta Bahía, de los qe murirn 2 como los qe tomaron en una embarcación qe baró en las Costas de Larache, los mandó al Combto. Qe tenemos en Muquinez mui bien tratados.
Que mañana ú pasado traerí
cuyo efecto presentaban el manifiesto nuestro de la declaración de la guerra y una carta del ministro, marqués de Grimaldi, pretendiendo satisfacer con estos papeles a los justos y justificadísimos cargos que nuestros jefes les hacían. Pero concluyeron diciendo que el Emperador apetecía la paz, y que mientras el príncipe Carlos viviese la querían conservar, pues aun pensaba ir él mismo por Embajador a Madrid. Que para prueba de que él no había roto la guerra, no había puesto sitio a Ceuta. Que esta Plaza siempre había estado en guerra y que por qué le hicimos fuego cuando se presentó aquí (cotéjese esta proposición, con la de haber pedido las llaves de la Plaza al principio del sitio). Que el Emperador había marchado camino de Argel donde le era preciso ocurrir, asegurando que los cautivos que tenía nuestros, tanto los que apresaron en esta bahía —de los que murieron dos—, como los que tomaron en una embarcación que varó en las costas de Larache, los mandó al convento que tenemos en Mequinez muy bien tratados.
Dijeron que mañana o pasado traerí