Colombeia

que era el más valeroso del reino de Fez, con quien se encontró el gobernador y pelearon a brazo partido, en la cual murió el moro. En tiempo de este gobernador, por el año de 1563, intentaron los moros recuperar la Plaza, engañados y conducidos de un santón o morabito, para cuya defensa se dispuso el gobernador, colocando 15 soldados sobre la puerta con fuegos artificiales y dejando ésta abierta entraron por ella 150 moros, a los que acometiendo una partida de la guarnición que estaba entre las dos puertas; murieron la mayor parte por los fuegos artificiales que se les tiró al tiempo de la retirada. Repitieron las acciones al mes, y en el ínterin, mandó el gobernador hacer un rastrillo, que cayendo de arriba abajo, quedase la puerta primera cerrada sin poderle desde abajo abrir; y así permitió le entrasen 600 moros, de los 25.000 que se habían juntado de las cabilas vecinas de Botoya, Alcalaya y otras, de los que murieron 700 y quedaron 400 esclavos, huyendo los restantes con precipitación, ignorándose el paradero del morabito. En varias funciones que se hicieron desde el 22 de abril de 1606 hasta el 21 de noviembre de 1631, para saquear todos los lugares del campo, se cautivaron 861 moros, 34 caballos, yeguas y potros, 146 jumentos, 498 bueyes y vacas, 1.355 carneros, ovejas y cabras, y dos cárabos, en que se libertaron tres cautivos cristianos.