Colombeia

Carta al Señor Inspector General de Milán en Julio 7 – 76. Muy Señor mío y de mí menor veneración. Un deseo ardiente de servir al Sobera-no, uni[cotejar] con algunos conocimientos que por mi educación he adquirido en las Ma-temáticas e Idiomas vivientes [cotejar] la Europa… me hacen ocurrir a la Protección de Vuestra Señoría co[cotejar] Protección verdadera del mérito, para que proporcionándome alguna comisión en los asuntos de su Consejo, pueda tal vez hacerme útil en lo sucesivo, dando a Vuestra Señoría prueba evidente de mi constante aplicación, y [cotejar] afecto a su Persona. No puedo negar el gran disgusto con que me hallo en la situación actual, falto de fa-cultades con que poder hacer uso de las ideas que por un continuo estudio, y algunos viajes he podido adquirir; sin embargo, en la protección de aver[cotejar] solicitado con instancia Tejetzs. veces y sacrificándome to[cotejar] sitio de Melilla; cuyas razones me obligan a [cotejar] en la consideración de Vuestra Señoría, como fiel depositario de la [cotejar] está mi protección [cotejar]ianza del Soberano; para que hecho cargo del buen deseo proteja la honrosa ambición de un individuo que sólo [cotejar] emplean la vida en servicio de Su Majestad y a su patria. Nuestro Señor que la importante vida de Vuestra Señoría muchos años, besa las ma-nos, Francisco de Miranda. [cotejar]iz Julio 7 – 787. V. D. Martín Álvarez
Carta al Señor Inspector General de Milán en Julio 7 – 76. Muy Señor mío y de mí mayor veneración. Un deseo ardiente de servir al Soberano, unido con algunos conocimientos que por mi educación he adquirido en las Matemáticas e Idiomas vivientes de la Europa… me hacen ocurrir a la Protección de Vuestra Señoría como Protección verdadera del mérito, para que proporcionándome alguna comisión en los asuntos de su Consejo, pueda tal vez hacerme útil en lo sucesivo, dando a Vuestra Señoría prueba evidente de mi constante aplicación, y afecto a su Persona. No puedo negar el gran disgusto con que me hallo en la situación actual, falto de facultades con que poder hacer uso de las ideas que por un continuo estudio y algunos viajes he podido adquirir en la profesión; sin embargo de haberlas solicitado con instancia recientes veces y sacrificándome el sitio de Melilla; cuyas razones me obligan convenientemente a conferir en la consideración de Vuestra Señoría, como fiel depositario de la confianza del Soberano de está mi Protección; para que hecho cargo del buen deseo proteja la honrosa ambición de un individuo que sólo desea emplean la vida en servicio de Su Majestad y a su Patria. Nuestro Señor guarde la importante vida de Vuestra Señoría muchos años, besa la mano, Francisco de Miranda. Cádiz, Julio 7 – 787. Señor Don Martín Álvarez.