Colombeia

ya, y hecha al fuego; acostumbradas a batir y rechazar a sus enemigos; con suficiente presencia de espíritu y experiencia para conservar tranquilidad en el principio de una ocasión; y por consecuencia en mejor disposición de batir al enemigo con su[cotejar]. Cuanta, pues, sería por el contrario nuestra superioridad [cotejar] los enemigos, que preocupados ya de nuestra victoria pasada, y perie[cotejar] [cotejar]litar cederían el puesto a los primeros choque? Cuanto a propósito se aumentaría el coraje de nuestra tropa, acos-tumbrada y a[cotejar] verles huir? Y cuanta, finalmente, el estímulo de todos a obrar [co-tejar] bizarría, siendo el objeto del Triunfo, y la distinción? Bi escindi en Moro um[cotejar] influjo que este ejemplo podría causar en los demás Cuerpos del Ejército, que se nos ponía por Jefe a la Cabeza de estaColumna nuestro mir[cotejar] [cotejar]pados de una gloriosa emulación militar, excederían cuantas acciones , di[cotejar] pudiéramos nosotros intentar, por quien se le reconoce particular nación a toda la Tropa.
ya y hecha al fuego; acostumbradas a batir y rechazar a tales enemigos; con suficiente presencia de espíritu y experiencia para conservar tranquilidad en el principio de una ocasión, lo que no puede lograrse de tropas que no están experimentadas; y por consecuencia en mejor disposición de batir al enemigo con suceso. ¿Cuánta, pues, sería por el contrario nuestra superioridad sobre los enemigos, que preocupados ya de nuestra victoria pasada, y pericia militar cederían el puesto a los primeros choques? ¿Cuánto a proporción se aumentaría el coraje de nuestra tropa, acostumbrada ya a verles huir? Y ¿cuánto, finalmente, el estímulo de todos a obrar con bizarría, siendo el objeto del triunfo y la distinción? Prescindiendo ya del influjo que este ejemplo podría causar en los demás Cuerpos del Ejército, que preocupados de una gloriosa emulación Militar excederían cuantas acciones dignas de nosotros, intentar mayormente sí se nos ponía por Jefe a la Cabeza de esta Columna nuestro mismo General, por quien se le reconoce particular nación a toda la Tropa.