Colombeia

Oficio que pasó Don Pedro de Cevallos al Marques de Casa Tilly, sobre honores militares y saludos. Excelentísimo Señor. Muy Señor mío. En virtud del Real Título de Su Majestad de 1º de agosto del año próximo pasado de 1776, de que tiene Vuestra Excelencia copia, me hallo autorizado con el mando general de todos los Buques a guerra y de transporte y deben estar a mis órdenes cuantos están embarcados en ellos. En consecuencia, se me dio a reconocer en la Real Armada, y di el santo, durante el viaje, a bordo del Navío Poderoso, en el cual venía también Vuestra Excelencia. Por el Artículo 1º, Título 1º, Tratado 3º, de las Ordenanzas de Marina, previene Su Majestad que a los Virreyes, y Capitanes Generales de Ejercito se hagan los mismos salu-dos, y honores que a los Capitanes Generales de la Armada. En el Articulo 13 del Título 2º manda Su Majestad que a los Capitanes Generales, y demás Oficiales Generales del Ejercito se hagan los honores, que por su graduación les corresponde, del mismo modo que a los de Marina. A pesar de tan expresas y claras resoluciones de Su Majestad, me ha defraudado Vuestra Excelencia el honor de Virrey, y Capitán General, que por Ordenanza me corres-ponde. En 20 de abril próximo pasado, a mi entrada en este Puerto, se hallaban en él, fuera de diferentes Fragatas, los Navíos de Guerra, El Monarca, San Dámaso, y Santo Domingo, por los cuales no se me hizo honor, ni saludo alguno. Pasé a Vuestra Excelencia un oficio, con este motivo, pidiendo satisfacción, y no la pude conseguir, ni aún respuesta suya.
Oficio que pasó Don Pedro de Cevallos al Marques de Casa Tilly, sobre honores militares y saludos. Excelentísimo Señor. Muy Señor mío. En virtud del Real Título de Su Majestad de 1º de agosto del año próximo pasado de 1776, de que tiene Vuestra Excelencia copia, me hallo autorizado con el mando general de todos los Buques de Guerra y de Transporte, y deben estar a mis órdenes cuantos están embarcados en ellos. En consecuencia se me dio a reconocer en la Real Armada y di el santo, durante el viaje, a bordo del Navío Poderoso, en el cual venía también Vuestra Excelencia. Por el Artículo 1º, Título 1º, Tratado 3º, de las Ordenanzas de Marina, previene Su Majestad que a los Virreyes y Capitanes Generales de Ejército, se hagan los mismos saludos y honores que a los Capitanes Generales de la Armada. En el Articulo 13 del Título 2º, manda Su Majestad que a los Capitanes Generales y demás Oficiales Generales del Ejército se hagan los honores, que por su graduación les corresponde, del mismo modo que a los de Marina. A pesar de tan expresas y claras resoluciones de Su Majestad, me ha defraudado Vuestra Excelencia el honor de Virrey y Capitán General, que por Ordenanza, me corresponde. En 20 de abril próximo pasado, a mi entrada en este Puerto, se hallaban en él, fuera de diferentes Fragatas, los Navíos de Guerra El Monarca, San Dámaso y Santo Domingo, por los cuales no se me hizo honor, ni saludo alguno. Pasé a Vuestra Excelencia un oficio, con este motivo, pidiendo satisfacción y no la pude conseguir, ni aún respuesta suya.