Caracas, 1 de mayo de 1812.
Mi general: Aquí ha habido un acontecimiento extraordinario que ha retardado por algunas horas la remisión de la tropa de pardos, y demás cuerpos que aun no habían salido.
A las tres de la madrugada comenzaron á sentirse cañonazos tan perceptibles que nadie dudó que hubiese alguna novedad en la Guaira: en consecuencia se tomaron por Carabaño las medidas más activas y que juzgó convenientes en aquellos momentos. Nadie ha dormido y no hay un solo individuo que no haya oído el repetido golpe, que á todos parecía cañón; no obstante, como ni había venido parte de la Guaira ni hasta ahora, que serán las once, ha parecido el posta que se destinó á la Guaira, ni tampoco los que se destinaron á Catia, Carababo determinó saliese la tropa como acaba de verificarlo. En aquel momento se destacaron algunas tropas á cubrir las alturas, que deben reunirse pronto á las demás que han salido, pues ya se han dado ordenes para ello. Este acontecimiento imprevisto trastornó las providencias; pero se obra con la celeridad que Vd. Conoce en Carabaño, y el poco retardo se procurará ganar con la actividad de la marcha. En todo me entenderé con dicho Carabaño, como Vd. Me lo ha encargado, y celaré en la seguridad con el interés y patriotismo que Vd. Me conoce, dándole cuenta de cuanto observe, y no olvidando tampoco activar los asuntos de Hacienda para que nada falte á Vd. Y para llenar sus deseos.
Háblele Vd. Á León y dígale que puedo ayudarle con mis cortos conocimientos en este ramo, aunque no sea más que por la práctica de dos años. Acaba de ofrecerme Talavera un grado militar, pero yo nada quiero, sino servir en los mismos términos que hasta aquí a mi patria, y siguiendo las órdenes y disposiciones de Vd.
Le he hablado particularmente á Carabaño sobre la remisión de franceses, y el ya ha ordenado se le entreguen cien pesos que ha pedido, y marchen hoy mismo, aunque no todos, para que Vd. Los organice.
Adiós, mi querido general, cuente Vd. Con el sacrificio de mi vida y todas mis facultades por la salvación de la patria.
De Vd. Sincero y verdadero amigo:
Vicente Salías.
De todo iré dando á Vd. Parte oportunamente.