Documentos 1811-1816

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Caracas, 2 de julio de 1812. Hoy contesto vuestro oficio del 30, en que en nombre del general me comunicáis la venida del coronel Castillo y del Dr. Cortés, quienes traen comisiones importantes, y se me encarga les auxilie con mi persona y fuerza que obra á mi disposición; así lo he ejecutado, aunque la comisión más ardua, aun los comisionados no han tenido á bien llevar á efecto, y sólo aguardo que se convengan para ejecutarla. Muy sensible me ha sido que el general haya creído por un momento que yo me prostituyo teniendo á mi lado hombres que pueden comprometerme; uno de los que me insinuáis es Ramírez. Este que ha sido, es y será eterno enemigo de mi casa y de la persona del general, podría tener jamás entrada no digo en mi negociado, pero aun en mi casa? Es cierto que Casado me estaba ordenando la secretaría, pero yo no podía persuadirme que ofendiese este hombre el decoro de mi empleo; no obstante, yo que no quiero otra cosa que dar á conocer al generalísimo la alta consideración que me deben sus insinuaciones, inmediatamente que recibí la vuestra, me he desprendido de él, mandándolo á su casa. O la emulación, ó el odio ó cualquiera pasión desplegada son en las circunstancias bastante para que impongan talvez al generalísimo y le hagan concebir falsos conceptos, contra los que mandan, y le merecen consideraciones; espero, pues, impongáis á este supremo jefe y le hagáis entender que desde mi llegada á esta capital he llevado el trabajo más duro, y no he pensado en otra cosa que en el cumplimiento de sus órdenes: amanezco diariamente en el trabajo, y creo que ni he faltado, ni puedo faltar según mi carácter, ni al cumplimiento de mi deber ni á la obligación sagrada que me impone la amistad. Lo comunicaréis, amigo, al generalísimo, y mande á su sincero, é invariable que le estima: José Félix Ribas.