(Reservada)
2 de julio de 1812.
Mi querido Ribas:
A Vd. no puede ocultarse cuánto importa que las providencias que Vd. libre lleven una exacta relación y vayan de concierto con las de la dirección general de rentas, de manera que los grandes é importantes negocios que esta tiene á su cargo nunca puedan verse entrabados por las disposiciones militares. Estos son los dos ramos principales, y acaso únicos del Estado, en las actuales circunstancias, y la buena y exacta armonía entre las personas que los manejan, es sumamente necesaria.
Así, pues, le recomiendo muy particularmente que, acercándose al C. Antonio León, obren de acuerdo, y con conocimiento del perjuicio ó ventaja que puedan traer á las rentas, las providencias militares, que tengan con ellas alguna relación; que al mismo León le franquee Vd. sin dificultades, todas las personas que él le diga necesitar para su departamento y contribuya Vd. con su autoridad á facilitarle acémilas, y toda otra especie de auxilios que solicite para la pronta ejecución de sus negocios.
La actividad, acierto y energía con que Vd. se conduce son ciertamente laudables, han contribuido eficazmente al aumento de este ejército, y merecen la aprobación pública; y sólo se nota una falta de acuerdo entre la comandancia general y la dirección de rentas, por lo que reservadamente le hago á Vd. todos estos encargos como necesarios para nuestra salvación, y para el mejor desempeño de su empleo.
Hágame Vd. El favor de escribirle al Dr. Francisco José, su hermano, pidiéndole de mi parte que venga á esa ciudad, y se una con las personas encargadas del arreglo del ramo eclesiástico, operación sumamente importante.
Miranda.