Abril de 1812.
Mi apreciadísimo amigo: Tengo noticias que Manuel Moreno de Mendoza ha renunciado la comandancia de Puerto Cabello; y aunque soy incapaz de dar consejos á un hombre cuyos conocimientos envidio, permita Vd. á la amistad y á la confianza, que le franquee mi opinión sobre el particular.
Es indispensable en aquel punto un individuo que no solamente defienda los derechos de la república, sino sus particulares comprometidos con hechos parciales que por sí solos exijan el sacrificio de sus personas. Nicolás Ascanio podría en mi concepto desempenar esta plaza con dignidad, por que le va su honor y su cabeza, como agente del año de 97; y uno de los primeros á quienes nuestros enemigos pondrían la vista en caso de una invasión. El tiene conocimientos, política y valor, y creo que son bastantes estas cualidades para morir antes que perder los puntos que se le confíen. Todo esto se entiende sin perjuicio de la opinión de Vd. Á que defiero y deferiré siempre, como más instruido en estos negocios que su apasionado seguro servidor v amigo:
Fr. Paúl.