Documentos 1811-1816

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Caracas, mayo 15 de 1812. Mi venerado jefe: Por algunas expresiones que comprenden mis partes oficiales, doy á entender que los trámites establecidos en este gobierno son los mayores enemigos de operaciones activas, pudiendo asegurar á Vd. Que muchas de las cosas que he tenido que hacer me han costado allanar algunos tropiezos de esta especie, y gracias a Talavera, que ha convenido perfectamente con mis ideas, pues sus dos colegas, aunque hombres buenos, están atados á la rutina que nos ha conducido á los bordes del sacrificio. Persuadido de la que hay de comandantes departamentales en un gobierno militar, he dicho dos veces al gobierno la necesidad de poner uno en Barlovento y otro en los Teques, San Pedro é inmediaciones, incluyéndole un reconocimiento que hiso Medranda por mi orden y la compañía de guías hasta Curiepe; pero aun no se ha resuelto nada y estamos atenido á la inercia y tibieza de los tenientes, por lo cual he juzgado conveniente decir á Vd. Algo en particular, previendo que en la entrevista podría quedar corriente este punto tan esencial. Se ha nombrado un nuevo jefe á la artillería con lo cual los fragmentos que han quedado aquí de esta arma han vuelto á tomar su curso ordinario de cuerpo real dirigiendo hasta los estados de fecha al Ejecutivo; en fin, yo creo que si todas estas fórmulas se han inventado con el objeto de entorpecer las cosas, seguramente lo han acertado, por lo que deduzco, que si no variamos de método, desechando tantas ceremonias, siempre seremos una cosa idéntica á los petates de los españoles. Desea á Vd. Felicidad su seguro servidor y afectísimo: F. Carabaño.