Guaira, 27 de junio de 1818.
Mi general: El ciudadano Cruz Ugarte no concurrió á la generala tocada el día en que se publicó la ley marcial, y aunque se ha exceptuado con los males que padece después de tres años, no han parecido tan graves que deje de advertirse algún descuido ó indolencia. En este concepto se le ha condenado por un año al servicio de las armas con dictamen del ciudadano doctor Nicolás Briceño, quien en el mismo asegura que después de haber tomado informes verbales, ha resultado que Ugarte no es un enemigo del sistema. Puedo asegurar á Vd. Que por la voz general es hombre muy pacífico, de gran probidad y que según dice no nos hace ningún mal. Ha hecho donativos considerables, es rico y su lenguaje no es de persuadir.
Soy de Vd. Con toda consideración:
Su atento servidor
Q. B. S. M.
Miguel Peña.