Victoria, 1 de junio
Mi amado general:
No pudiendo el coronel Sola en las presentes circunstancias ser juzgado, como debe serlo en consejo de guerra por su conducta militar en lo relativo á su infausta expedición contra Guayana va á presentarse á Vd. En ese campo, conforme á las órdenes de Vd. Mismo. No alcanza el fin del llamamiento, pero en caso que sea el de conscribirle al servicio del ejército, me ha dicho que quiere no sólo militar en él, sino arrostrar los mayores peligros, y si fuere posible ser un ayudante de Vd., para demostrarle que vale algo en la guerra y que sabe hacerla con honor. Vd. Podrá como le parezca mejor aprovechar estas animosas disposiciones y emplear las suyas de manera que pueda decirse siempre que es todo suyo y affmo. Amigo:
F. Espejo.