Mi general; incluyo á Vd. el adjunto parte del comandante militar de Maracay, á fin de que enterado de él, en el momento marche con cuantos nombres tenga Caracas, pues de lo contrario, progresaran sus conquistas basta estos valles; Vd. en fin hará lo que le parezca, en inteligencia que todo cuanto hay en el particular consta de dos oficios que incluyo que estimará Vd. y avaluará como le parezca.
El posta que ha traído esos oficios no dijo más que lo que traen ellos mismos, diciendo que lo había oído de boca del mismo Mujica, que se ha fugado de los Guayos y está en Maracay; yo le he hecho una fuerte reprimenda para que no riegue la noticia y estoy resuelto á hacer ejemplares los más terribles y sangrientos en nombre de Vd. si no me da contraorden para otra cosa, sobre lo cual espero aviso.
Mi corazón está muy tranquilo esperando la muerte que deseo con ansia antes que ser presa de los corianos; sin embargo la empresa la creo sólo un poco atrasada, y de ningún modo desesperada; tal vez calculo que puede haber un exceso de miedo en el parte del teniente de los Guayos.
Estoy tomando las más activas providencias para ocurrir no sólo á los males reales, sino á los de la debilidad de opinión.
Tengo el honor de ser con el mayor respeto affmo. Y obediente servidor
Q. B. S. M.
J. De Sata y Bussy.
Su marcha de Vd. Á Caracas es indispensable, para agitar los recursos; su presencia de Vd. En estos países es utilísima y aun necesaria: Vd. Conciliará estas dos cosas que parecen contradictorias.
J. Sata y Bussy.