El generalísimo C. Francisco de Miranda, que ha partido hoy de esta ciudad, ha dispuesto se os encargue el gobierno militar de esta plaza interinamente, hasta la llegada del ciudadano coronel Diego Jalón; y en este concepto se os ha dado á reconocer en la orden del día. Verbalmente ha dispuesto no haya otro gobierno que el militar, ni otra ley que la marcial. Que el hospital con sus enfermos, sirvientes y dependientes pase á Maracay. Y finalmente que procuréis conservar este punto, su armamento y municiones y demás que conduzca á la defensa, cuidando que en el caso de ser invadido por fuerzas ventajosamente superiores, pongáis aquellas en salvo, ocupando un puesto ventajoso, ó retirándoos hasta donde vuestro talento lo juzgue conveniente. Todo lo que os participa para vuestra inteligencia y gobierno, por partirme en este momento de la ciudad hasta el restablecimiento de mis accidentes.
Dios, etc.
Abril, 26 de 1812.
Ciudadano teniente Coronel Miguel Ustariz.
P. D.— Os remito las llaves de los almacenes y el santo y seña del día.