Documentos 1811-1816

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(Reservada) Camatagua 23 de mayo de 1812. Mi general: Con fecha de 24 del que corre, le escribí á Vd. Del Calvario y le incluí la copia que ahora duplico porque temo que no llegue á sus manos. Con estos temores y juzgando que pudieran abrirme las cartas, traté en ellas á D. Bernardo Marrero de buen patriota. Pero por el informe que Castillo (Juan) me había hecho de este hombre y lo que observe el día que estuve con él, me parece que es uno de los más enemigos de nuestro sistema. El me recibió con tanta frialdad que no sólo me negó un caballo que pedí, por venir mi muía coja, sino que ni aun leyó la comisión, porque impuesto de ella verbalmente me dijo que el poder de la Unión le tenía dada comisión al Marqués del Toro para que pusiese los hombres á caballo, y que á él no se le había hecho saber el nombramiento de generalísimo en Vd..; pero aunque esto era así todo estaba obstruido con la toma de Calabozo, pues tenía su gente acuartelada aunque sin armas; averigüé la gente que tenía y sólo eran 24 hombres, creo que con lanzas y le vi con toda su familia en la mayor tranquilidad: me dijo que estábamos perdidos por el mal gobierno que no tomó más medidas de defensa en aquel pueblo que la de decirle que él era comandante de caballería. Se quejó del tropel de los Linares y de Mier y Terán, haciendo ver que los perjuicios los había sufrido su caudal. Le contesté que el gobierno había tomado otro aspecto, que estaba en manos de Vd., que los enemigos ocuparían los pueblos tomados por poco tiempo, pues no podían conservarlos; que el valor, los profundos conocimientos y virtudes de Vd. Iban á restituirnos la libertad y con ella los intereses, y contestó muy fríamente diciendo que su nombramiento había sido muy tarde; tuvimos otras conversaciones que sabrá Vd. Que en mi concepto es nuestro mayor enemigo. Hoy se ha recibido aquí la noticia de estar tomado el Calvario é intimado el Sombrero, y el teniente lo comunica á Vd. De oficio. En mi anterior le digo á Vd. Que aquí ni en ningún pueblo hay los escuadrones que se ha figurado al gobierno que había, solo en Chaguaramas hay algunas sillas y nada más, y me parecía que para formarlos junto con la opinión de Vd. Que no han dejado de lastimar los enemigos de nuestra libertad como único baluarte que tiene, Vd. Nombrase un inspector de caballería de los Llanos, y este que sea un amigo verdadero, de Vd. Y de la libertad. Lo mismo debe Vd. Hacer en Barcelona: nombre Vd. Un gobernador militar (pues el que hay es interino) con la misma calidad de un amigo de Vd., pues los enemigos del sistema, los amigos de perpetuar el mando en sus manos, han procurado desconceptuar á Vd. En estos pueblos donde cualquier hombre los conduce ó persuade. El día 24 á mi salida del Calvario recibió Marrero una libranza de tres mil pesos ó más, que Moreno desde Orinoco gira contra él, y a favor del ciudadano Isidoro Quintero: y como yo sé que Moreno según noticias muy fidedignas, no tiene ni cien hombres, que á mas de los desórdenes que he informado á Vd. He oído decir en público al ciudadano Saturnino Fernández que ha visto en el ejército de Orinoco despedir cien hombres, poco más ó menos por inútiles ó sobrantes, y al tiempo de licenciarlos, no sólo no pagarles, sino quitarles el caballo, fuese suyo ó ajeno, con el pretexto de servir á la patria, me ha parecido ponerlo en noticia de Vd. Para lo que juzgue hacer en beneficio de ella. Si no hubiera el Marqués obtenido nuestra comisión, así como en Chaguaramas recogimos sesenta y dos caballos de donativo, haciéndoles ver á estos hacendados que era tiemp de proteger las operaciones de Vd., como el único que podía formar un gobierno libre y el único á quien debíamos confiar, le hubiera llevado á Vd. 500 ó 600 caballos que aunque no hubieran servido ahora, nos hubieran servido después. Mi general, la amistad con que Vd. Me ha honrado, el amor á la libertad de mi patria por quien siempre me he sacrificado a pesar del desprecio con que Vd. Sabe me han visto nuestros mandatarios anteriores, me hacen tomar la confianza de escribirle á Vd. Con esta familiaridad, que espero no sólo que Vd. Lo lleve á bien, sino que nombre Vd. Dos de sus mejores amigos verdaderamente tales, el uno para que se obligue á formar en clase de inspector los escuadrones á los que los ofrecieron y tienen el nombramiento de comandantes y el otro gobernador de Barcelona, en donde es muy preciso tenga Vd. Amigos de confianza y que inspiren la que deben tener en Vd. Quedo aquí hasta mañana, porque no tengo ya muía. Queda á la obediencia de Vd. Y espera órdenes de su agrado su subdito y amigo. Q. B. S. M. Nicolás Azcanio. P. D.— El teniente del pueblo de Barbacoa, entre este y el Sombrero, nombrado Salvador González (isleño) se ha pasado al enemigo, con algunos hombres que sedujo, y su sucesor lo ha comunicado hoy. Azcanio.