Mi general:
¿Por qué estoy aún aquí?... Sanz y León han escrito á V. E.; yo no abusaré de vuestros momentos; mejor que yo sabe V. E. que en las revoluciones las pérdidas más graves son las de tiempo y de las ocasiones.
No conozco en el mundo más que una marina que cumpla con su deber; desde que el oficial Castillo me está paralizando, ya hubiese podido ir á mi destino y V. E. tendría bien pronto víveres, soldados, armas, piedras de fusil, etc.
Esperando vuestras órdenes me repito de V. E. fiel y respetuoso servidor:
Caracas, 25 de junio de 1812.
L. Delpech.