Ciudadanos: Alarma. Se os presenta la más brillante ocasión de manifestar vuestras virtudes, vuestra intrepidez, y valor. Los enemigos invaden vuestro territorio; y confiados en la perfidia de los rebeldes que han abandonado los sagrados estandartes de la libertad por someterse otra vez al yugo más atroz, hacen tentativas sobre nuestros pueblos de lo interior, y se acercan á su precipicio. Sí, Caraqueños; A su precipicio se acercan los infatuados que en nada tienen ni vuestros sacrificios, ni vuestro heroísmo. Alarma: ciudadanos. Con vosotros cuenta el gobierno. Con vosotros irá á buscarlos en el campo de Marte, y con vosotros los arrojará vergonzosamente de nuestros confines. ¡Qué! Podrán puñados de esclavos medirse con hombres que han ganado su libertad á fuerza de constancia?
Ciudadanos: soldados de la patria, campeones de la libertad: alarma, y que tiemblen los perversos. Concurrid á los puestos que se os señalen para que podáis defender vuestros hogares, vuestras propiedades, vuestras hijas y vuestras esposas. El que se excusare á llenar tan sagrado deber, será declarado traidor y enemigo de la patria. Ea, valientes Caraqueños: dejad el vergonzoso abandono á que os ha conducido un suceso que debiera solamente reanimar vuestro patriotismo y constancia. Vuestro gobierno con esos escombros que os intimidan se reducirá á pavesas antes que abandone un solo momento vuestra defensa y vuestra libertad. Alarma. A vuestros puestos, y contad con la salvación de la patria.
Cantón de Capuchinos, 23 de abril de 1.812.
II de la República.