Documentos 1811-1816

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El ciudadano coronel Manuel de Ayala, comandante general de la costa de sotavento desde Ocumare con fecha 1° del corriente me dice lo que sigue: Esta mañana á las 7 he recibido un oficio del comandante de la plaza de Puerto Cabello que á la letra copio, y habiendo convenido con el ciudadano Parrado, comandante de la Independencia, para que ganando instantes fuera á esa plaza á conducir los oficios que al mismo tiempo me incluyó dicho comandante de Puerto Cabello para el generalísimo y secretario de la guera, me acaban de avisar que dicho Parrado, bien por malevolencia suya ú obligado por su tripulación ha mudado de rumbo y ha seguido para Puerto Cabello, y así me apresuro á despachar este cayuco para que toméis las providencias que estén á vuestro alcance y que avisen de todo al generalísimo, pues por no perder tiempo lo hago sólo á vos. A la una de la tarde se ha apoderado del castillo de San Felipe un oficial confidente con la tropa de su mando, y todos los reos que allí se encontraban han roto un fuego terrible sobre esta ciudad. En el castillo se encuentran mil setecientos quintales de pólvora y casi toda la artillería y municiones de esta plaza; ella padece sumamente, sus casas son destruidas, y yo trato sin víveres ni municiones defenderla hasta el extremo. Los marineros de los buques forzosamente han pasado al castillo y él se hace temible. Espero que á la mayor brevedad me enviéis cuantos recursos estén á vuestro alcance y que me socorráis antes que sea destruido. Libertad-Pto.-Cabello, junio 30 de 1812. S. B. Así está. Simón Bolívar. Ciudadano comandante de Ocumare. Yo le contesté en el instante asegurándole que Parrado me había prometido que estaría mañana sin falta en esa plaza, pero habiendo ocurrido esta felonía, le he prometido al conductor de éste que si llega pronto, á más de su flete se le daría una gratificación para estimularlo á que no pierda tiempo. A más de esto he podido saber por el que me trajo el oficio que á Martinena se apoderaron de él los conjurados en el castillo y lo mismo de su mayor; que á la goleta venezolana que quiso escaparse le rompieron toda la maniobra y la tienen atracada al castillo y que sólo pudo salvarse el bergantín Zeloso en medio del mucho fuego que le hicieron y que quedaba sobre la isla en Groiguasa. El fuego ha continuado hoy todo el día hasta ahora que son las seis de la tarde y se ha sentido también un gran estruendo como de haberse volado algún almacén. Todo lo que espero pongáis en noticia del generalísimo y del gobierno provincial avisándome el recibo de esta. Dios os guarde etc. Manuel de Ayala. Al comandante de la Guayra.