viniese el Capitán a preguntármelo, y que bajo la apariencia de irme acompañando hasta Kingston de reemplazar los marineros prisioneros que yo [cotejar] había dado; pusiese una guardia de los suyos a mi [cotejar]do y me detuviese un día… hícele presente el insulto [cotejar] un oficio, y la respuesta fue excusarse diciendo que [cotejar] aquella era guarda ni que él me había detenido, inmediatamente nos hicimos a la vela, y al segundo día llegamos a Puerto Real. Luego que echamos el ancla vino el boto del Navío Comandante a cumplimentarme, y pasé a su bordo… di la queja a el Oficial Comandante, e inmediatamen-te nos hicimos, mandó retirar la guardia que el otro había puesto a bordo de mi embarcación, reprendiéndole públicamente, y dándome mil satisfacciones por la injuria. Al siguiente día desembarqué en Kingston, y pasé acompañado de algunos Oficiales de Marina a ver el Almirante [cotejar] quien recibió con mucho gusto las cartas de Vuestra Señoría, dándome mil satisfacciones por la imprudencia con que me había tratado el Oficial Comandante del Pormorand, y asegurándome
viniese el Capitán a preguntármelo, y que bajo la apariencia de irme acompañando hasta Kingston y de reemplazar los marineros prisioneros que yo le había dado; pusiese una guardia de los suyos a mi bordo y me detuviese un día… hícele presente el insulto por un oficio y la respuesta fue excusarse diciendo que ni aquella era guardia, ni que él me había detenido, inmediatamente nos hicimos a la vela, y al siguiente día llegamos a Puerto Real. Luego que echamos el ancla vino el bote del Navío Comandante a cumplimentarme, y pasé a su bordo… di la queja a el Oficial Comandante, e inmediatamente nos hicimos, mandó retirar la guardia que el otro había puesto a bordo de mi embarcación, reprendiéndole públicamente y dándome mil satisfacciones por la injuria. Al siguiente día desembarqué en Kingston, y pasé acompañado de algunos Oficiales de Marina a ver el Almirante Parker quien recibió con mucho gusto las cartas de Vuestra Señoría, dándome mil satisfacciones por la imprudencia con que me había tratado el Oficial Comandante del Pormorand, y asegurándome