Colombeia

dejando al pobre oficial comisionado a saibó—Espero me de Vm. este gusto, y qe. con la misma con­fianza mande á su fiel y constante amigo—Cagigal—oy 15 de Diziembre de 81.—Sor. dn. Juan Ygo de Urriza. Nº 7. Oficio.—Mui Sor. Mió: Acaba de presentárseme el Teniente Coronel D. Franco. De Miranda informándome que el resguardo de venta en desprecio de mi pasaporte, y atropellando los soldados de salbaguardia, qe. Lo acompañaban, le ha sorprenhendido en el camino de Batabanó, su Equipaje desembarcado en aquel surgidero de retorno de la comicion del Rl. Servicio, con que fue a la Ysla de Jamayca remitido por mi; y haciéndome presente, qe. No solo trae un cumulo de papeles y documentos interesantes del Estado, qe. Le encargué, sino también a su sombra algunos géneros, de qe. Con presedente haviso le concedí el desembarco, por consequencia del servicio del Rey de que viene, y sobre qe. Por mi actual indisposición, he hecho informar á V. S. berbalmte. Uno, y otro motivo me empeñan, en qe. No se trate este asumpto por las reglas ordinarias, sino por las extraordinarias que S. M. ha facultado á este Gobierno, y de que efectivamente he hecho devido uso en la materia, por que ni pueden berse los papeles, ni combiene se haga diafana la causa de la permisión de efectos, ni qe. Por otro estremo peligre el onor del oficial con el consepto publico de Contrabandista.—En esta virtud, no puedo permitir, qe. Se conduzcan á la Aduana a reconoserse en presencia de los Guardas, y solo condesender, en que V. S. y yo los inspeccionemos en parages extramuros, para qe. Desde el se Conduscan a su destino, disipadas las impresiones qe. Ha resivido el pubco
dejando al pobre oficial comisionado a salvo. Espero me dé V. M. este gusto y que con la misma confianza, mande a su fiel y constante amigo. Habana, 15 de diciembre de 1781. Cagigal. Señor D. Juan Ignacio de Urriza. Nº.—7. Muy señor mío: Acaba de presentárseme el Teniente Coronel D. Francisco de Miranda, informándome que el resguardo de venta, en desprecio de mi pasaporte y atrepellando los soldados de salvaguardia que lo acompañaban, le ha sorprendido en el camino de Batabanó, su equipaje desembarcado en aquel surgidero, de retorno de la comisión del Real servicio con que fue a la Isla de Jamaica, remitido por mí. Haciéndome presente que no sólo trae un cúmulo de papeles y documentos interesantes del Estado que le encargué, sino también a su sombra algunos géneros de que con precedente aviso le concedí el desembarco, por consecuencia del servicio del Rey de que viene y sobre que por mi actual indisposición he hecho informar a Vs. verbalmente; uno y otro motivo me empeñan en que no se trate este asunto por las reglas ordinarias sino por las extraordinarias que S. M. ha facultado a este Gobierno y de que efectivamente he hecho debido uso en la materia, porque ni pueden verse los papeles, ni conviene se haga diáfana la causa de la permisión de efectos, ni que por otro extremo peligre el honor del oficial con el concepto público de contrabandista. En esta virtud, no puedo permitir que se conduzcan a la aduana, a reconocerse en presencia de los guardas, y sólo condescender en que Vs. y yo los inspeccionemos en parajes extramuros, para que desde él se conduzcan a su destino, disipadas las impresiones que ha recibido el público