de — y los Sábados que se les da, hacen sus Conucos de sementeras de Maíz, Yucas, Frijoles, Auyamas, Mapueyes, Ñames, Batatas y otras menestras; todo lo que sirve así para su manutención y la de sus hijos, como también para vender al público, con lo que tienen sobrado. Y el Amo les da dos vestidos de Coleta o Brin al año, [y] un vestido para la Misa, que valdrán los tres vestidos tres pesos; y lo mismo a cada Negra, y en las cosechas su ración de Cacao para beber, con lo que están sobrados, ya que en las Hazdas de este fruto, una vez fundadas, no es mayor el trabajo que tienen los Esclavos, si no es al tiempo de las cogidas del fruto.
En algunos Balles, que por naturaleza son muy húmedos, no necesitan acequia las Hazdas, pero están sujetas al tiempo, pues si deja de llover, esterilizan y no fructifican lo que corresponde, y así son más seguras en los balles que tienen acequias, porque se riegan y no tienen tales falencias y es más segura la cogida del fruto.
El árbol de Cacao es delicado para criarlo, pero así como gasta esta circunstancia, es de generoso para fructificar, pues si descubre alguna raicesita fuera de la tierra, allí echa su mazorca subiendo desde su raíz, hasta sus cogollos, echando
de — y los sábados que se les da; hacen sus Conucos de sementeras de maíz, yucas, frijoles, auyamas, mapueyes, ñames, batatas y otras menestras; todo lo que sirve así para su manutención y la de sus hijos, como también para vender al público, con lo que tienen sobrado. Y el amo les da dos vestidos de coleta o brin al año, [y] un vestido para la misa, que valdrán los tres vestidos tres pesos; y lo mismo a cada Negra, y en las cosechas su ración de cacao para beber, con lo que están sobrados, ya que en las Haciendas de este fruto, una vez fundadas, no es mayor el trabajo que tienen los esclavos, si no es al tiempo de las cogidas del fruto.
En algunos valles, que por naturaleza son muy húmedos, no necesitan acequia las Haciendas, pero están sujetas al tiempo, pues si deja de llover, esterilizan y no fructifican lo que corresponde, y así, son más seguras en los valles que tienen acequias, porque se riegan y no tienen tales falencias, y es más segura la cogida del fruto.
El árbol de cacao es delicado para criarlo, pero así como gasta esta circunstancia, es de generoso para fructificar, pues si descubre alguna raicita fuera de la tierra, allí echa su mazorca, subiendo desde su raíz hasta sus cogollos, echando