Colombeia

el acarreo de materiales, y demás para la construcción de la Batería indicada el dia antecedente… Visitó el Gral la trinchera a las 4 d. t. haviendo 3 desertores Alemanes. Viernes 4. Oy comenzaron las Baterías Enemigas sus fuegos a lo ordinario, y a eso de las 10 del dia, cesaron… por la mañana, a cosa de las 7. obserbó el segundo Gefe de la Trinchera Da Andrés Tacón (Cap11 de fragata)—que de la Plaza salían algunas partidas de tropa Enemiga, y se lo participó al Comandante de Trinchera Dn Pablo Figuerola, que no hizo aprecio… A las 12 1/2 comenzó el Enemigo un vibisimo fuego de Mortero, Cañón, y Obús, sobre el Beducto, y trabajos de la Ala Izquierda de nuestra Paralela; cuia novedad atrajo la atención de cuantos lo oyamos del Campo; pero no asi de los Comandantes, y Gefes de la Trinchera que se pusieron a comer, sin embargo, creiendose tan seguros, y fuera de Biesgos, como en la Plaza Maior de Madrid… la rapidez del fuego enemigo, y su buena dirección obligó a nuestra tropa incauta, y visoña, a mantenerse cubierta de su retrincheramiento, no teniendo mas riesgo, que el que podia benir por parte de la Artillería; y en este concepto, solo dos centinelas, que estaban en el Ramal, y Baluarte de la Izquierda se mantubieron vigilantes, y en observancia de los movimientos del Enemigo, hacia el Beducto de la Beyna, que era el que miraba a aquella parte, y de donde venia el fuego… Todo este, aparato, no tenia en si mas ydea, que la de cubrir y proteger un golpe de mano que trahian proiectado sobre nuestros Beductos, y a la Izquierdade la Paralela en esta forma… Las Tropas que en pequeñas partidas, obserbó Tacón, que salían por la mañana de los fuertes Enemigos, era un Cuerpo de 200 hombres Beglados que tomando sobre la derecha del fuerte de la media Luna, se ocultaron en las quiebras que el terreno hace pr aquella parte, y cubiertos del Bosque, se binieron acercando con el maior silencio, y orden, sobre nuestras obras indicadas: Estando en este punto hicieron su señal ael fuerte, para que comenzase el fuego; y este después de haverlo practicado, con el maior acierto, en los
el acarreo de materiales y demás para la construcción de la Batería indicada el día antecedente. El General visitó la trinchera a las 4 de la tarde. Hoy desertaron 3 soldados alemanes. Viernes 4 de mayo.— Hoy comenzaron las baterías enemigas sus fuegos a lo ordinario y cesaron a eso de las diez de la mañana. Y muy temprano, a cosa de las siete, el segundo jefe de la trinchera, don Andrés Tacón, capitán de fragata, observó que de la Plaza salían algunas partidas de tropa enemiga, y se lo participó al Comandante de Trinchera don Pablo Figuerola, quien no hizo ningún aprecio. A las 12 1/2 comenzó el enemigo un vivísimo fuego de mortero, cañón y obús, sobre el reducto y trabajos del ala izquierda de nuestra paralela, cuya novedad atrajo la atención de cuantos la oíamos del campo, pero no así la de los Comandantes y Jefes de la trinchera que se pusieron a comer, creyéndose tan seguros y fuera de riesgo como en la Plaza Mayor de Madrid… La rapidez del fuego enemigo y su buena dirección, obligó a nuestra tropa, incauta y bisoña, a mantenerse cubierta en su retrincheramiento, no teniendo más riesgo que el que podía venir por parte de la artillería. Y en este concepto sólo dos centinelas que estaban en el Ramal y Baluarte de la izquierda se mantu­vieron vigilantes y en observación de los movimientos del enemigo hacia el Reducto de la Reyna, que era el que miraba a aquella parte y de dónde venía el fuego. Todo este aparato no tenía en sí más idea que la de cubrir y proteger un golpe de mano que tenían proyectado sobre nuestros reductos y ala izquierda de la paralela, en esta forma: Las tropas que en pequeñas partidas observó Tacón que salían por la mañana de los Fuertes enemigos, era un cuerpo de 200 hombres reglados, que tomando sobre la derecha del Fuerte de la Media Luna, se ocultaron en las quiebras que el terreno hace por aquella parte, y cubiertos por el bosque, se vinieron acercando con el mayor silencio y orden sobre nuestras obras indicadas. Estando en este punto hicieron su señal al fuerte para que comenzase el fuego, y éste, después de haberlo practicado con el mayor acierto, en los