Llámase Sileno porque zahería con dicterios, al cual los Sátiros miraban como padre y cuando eran viejos se llamaban Silenos. Puesto en prisiones, le preguntaron qué le era mejor al hombre, y después de haber callado un rato, respondió: no haber nacido, y los nacidos morir luego. Los Sátiros se conciliaron veneración de dioses, por el espanto que causaban, porque eran unos monstruos con pies de cabras, las manos encorvadas, con cola, cuernos en la frente y todo el cuerpo de cerdas; muy deshonestos y corrían por los bosques con suma ligereza.
Faunos no se distinguen casi de los Sátiros sino en el nombre. Fueron tenidos por dioses de los campos, montes y de los Silvanos. De todos éstos era padre y caudillo Fauno, hijo de Pico y padre del Rey Latino.
Más arriba, a corta distancia, hay un gran