Bátavos. Marchemos con dignidad hacia una victoria asegurada, y comencemos esta Campaña ganándonos un aliado más.
Mis valientes Camaradas, vuestros Generales serán siempre dignos de vuestra confianza. Su patriotismo, tan comprobado cómo sus talentos y su valentía, no hace sino incrementarse en proporción al aumento de nuestros enemigos. Pensad que los verdaderos Republicanos son invencibles, saben morir y no huyen jamás.
Y vosotros, soldados de la República, que vuestros asuntos o el deseo de ir a reposaros en el seno de vuestras familias, de ir a mostrar vuestras cicatrices, y a contarles vuestras hazañas, hace que queráis regresar a Francia, acudid a la voz de Dumouriez, venida reuniros con vuestras banderas y vuestros hermanos, traed las armas que la Patria os ha confiado y que habéis utilizado gloriosamente. Ningún francés puede quedarse atrás. Vuestra familia, vuestros conciudadanos os animarán y apresurarán vuestra partida. Venid a reuniros con nosotros, y volemos juntos hacia la Victoria.
El General en Jefe del Ejército en Bélgica,
Dumouriez.